El Pergamino Vindel iniciará el viaje de regreso a casa a finales de esta semana. Llegará a Madrid el lunes en un vuelo desde Nueva York, donde lo custodia desde hace 40 años la Morgan Library. El martes, viajará por carretera hasta Vigo, donde lo estarán esperando expectantes en el Museo do Mar, que lo expondrá hasta marzo de 2018.

Como titulares de las instituciones que organizan esta visita histórica, el conselleiro de Cultura y Educación, Román Rodríguez, y el rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, se desplazarán este viernes hasta la Morgan Library de Nueva York para firmar la recepción del preciado documento en el que, hace 800 años, Martín Códax plasmaba para la posteridad las cantigas inspiradas den la ría de Vigo.

Regresarán a España sin la joya literaria prestada en la bodega del avión, ya que esta se trasladará con las correspondientes medidas de seguridad y acompañado por un enviado de la Morgan Library de Nueva York en otro viaje. Aterrizará el lunes en Madrid y está previsto que llegué a la ciudad olívica al día siguiente, mediante un desplazamiento por carretera. La comitiva que lo recibirá en el Museo do Mar estará encabezada por el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo.

El paquete con el manuscrito no se podrá abrir hasta unos días después. Prevén que necesite entre dos y tres jornadas para su aclimatación. Será entonces a finales de semana cuando el museo pueda introducirlo en la vitrina de seguridad que ha dispuesto ad hoc para él.

Para que los asistentes a la muestra puedan entender la importancia de las cantigas y situarlas en el contexto europeo de la época, el pergamino estará acompañado de unas 40 piezas de los siglos XII al XV, como pueden ser un manuscrito de las indulgencias otorgadas a los peregrinos por la Catedral de Santiago o los zapatos del obispo Paio II de Cebeira, que se guardan en Mondoñedo. De forma paralela, se celebrarán actos académicos y otros dirigidos al público en general, como conciertos.

El Pergamino Vindel recibe su nombre del librero Pedro Vindel, que lo descubrió por casualidad en 1914, en el forro interior de un códice de Cicerón del siglo XVIII, y en él están escritas siete cantigas de amigo de Martín Códax. Entre ellas, "Ondas do Mar de Vigo". Además de su valor literario, tiene la peculiaridad de que seis de las composiciones están acompañadas de pentagramas musicales, que las convierte en las primeras muestras de la canción profana galaico portuguesa.