Pablo Romero pone como ejemplo la retransmisión en directo de un evento importante, como unos Juegos Olímpicos. Hoy, un presentador lo traduce oralmente en tiempo real y, para llegar también a las personas sordas, un subtitulador transcribe esa traducción. "Al final, el retraso es enorme". Este profesor de la Facultad de Filoloxía e Traducción de Vigo lidera una investigación para desarrollar y testar una nueva disciplina que simplifique este proceso y lo haga más rápido para hacer accesibles programas de televisión, actos públicos o clases en cualquier idioma y no solo para la comunidad sorda, sino también para oyentes que necesiten traducción. Recibe el nombre de rehablado interlingüístico y la Universidad ofrecerá el próximo otoño el primer curso del mundo en este método. El proyecto acaba de recibir el apoyo de la Comisión Europea, de 250.000 euros, a través del programa Erasmus + 203.

Junto a Romero, el primer investigador con contrato Ramón y Cajal en traducción de España, Luis Alonso, Ana Pereira, Lourdes Lorenzo y Eva Garea integran el equipo que lidera el proyecto desde la Universidad de Vigo. Tienen como socios a las universidades de Amberes y Varsovia, que también prevén desarrollar sus propios cursos. Se pondrá en práctica y testará lo aprendido en el Parlamento de Galicia, la principal cadena de televisión pública belga (VRT) y una empresa pública polaca -Dostepni.eu-, que también figuran como socios, junto a la Universidad de Viena. Además, cuentan con otros 30 asociados en los cinco continentes, entre los que destaca la ONU.

Romero ya participó hace ocho años en el desarrollo del "rehablado", que se trata de la subtitulación en directo mediante una persona que repite lo que se dice a un ritmo más lento e indicando signos de puntuación, para que lo recoja un programa de reconocimiento de voz y lo transcriba. Es más rápido que teclearlo. Se obtiene con un retardo de 5 a 10 segundos. Hoy se usa ya en el 90% de los programas en directo. En el mercado hay mucha demanda de estos profesionales y poca formación. La idea, ahora, es que la persona que lo repite lo haga ya en otro idioma fusionando las labores de subtitulador y traductor.

La Universidad prevé lanzar el curso en otoño. Lo hará con castellano, gallego e inglés y será online por la demanda que prevén de Sudamérica. Los tres primeros meses serán de formación en rehablado intralingüístico e interpretación simultánea y los otros tres, en subtitulación interlingüística. Los alumnos podrán elegir solo una parte. Estará asociado al proyecto, que le irá proporcionando base científica,