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Un "Blablacar" solidario para el área

Outro Vigo é Posible diseña una aplicación para compartir coche en la ciudad y concellos limítrofes - También propone una red de 37 kilómetros para evitar las cuestas con la bici

Cada día se mueven por la ciudad y su área metropolitana centenares de miles de vehículos, muchos de ellos con espacio libre para otros pasajeros. Para optimizar el uso del parque móvil y reducir el número de coches en circulación, la agrupación Outro Vigo é Posible propone crear una red social que ponga en contacto a los ciudadanos que tengan que hacer trayectos similares.

Bautizada como "BuleBule", la red funcionaría de manera solidaria y sin ánimo de lucro, a diferencia de proyectos de la llamada economía colaborativa como Blablacar. Los usuarios entrarían contactarían a través de una aplicación de móvil y acordarían el trayecto.

En principio, el que lleva a otro en su coche no obtiene compensación, pero si las administraciones entran en el proyecto sería fácil concederle ventajas a los conductores solidarios, tipo rebajas en los aparcamientos o reducciones sobre el impuesto de circulación.

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El encargado de exponer la idea, Azul Muñoz, incidió en que además del ahorro económico y ecológico, permitiría establecer relaciones humanas que favorezcan las cohesión social.

El coste estimado es de unas decenas de miles de euros, y hasta el momento se ha probado de manera experimental entre la ciudad y Baiona, con gran acogida por parte del tejido social. También se la han presentado al alcalde, Abel Caballero, que se mostró receptivo, según trasladaron los responsables de la iniciativa.

Outro Vigo é Posible puso un segundo proyecto de movilidad en la mesa del regidor. Se trata del proyecto de fin de carrera del arquitecto y urbanista Alexandre Mouriño, que propone un entramado de 37 kilómetros de vías fáciles de cubrir en bicicleta, esto es, con pendientes inferiores al 5%.

La red conectaría el área comprendida entre Bouzas, Teis y la Gran Vía y todas las viviendas dentro de la zona quedarían a un minuto en bici de algún punto de la malla. Con menos de 40 kilómetros de carreteras de los casi 1.000 que transcurren por Vigo se puede pedalear cómodamente la zona más poblada de la ciudad.

La iniciativa es complementaria al proyecto "Vigo Vertical" que viene desarrollando el concello en los últimos años, con ascensores y escaleras mecánicas que permiten evitar los desniveles más fuertes. Por eso han decidido bautizarla como "Vigo Horizontal".

El coste, asegura Mouriño, no sería muy oneroso. En la mayor parte del trazado bastaría con pintar el carril dedicado a las bicis para diferenciarlo visualmente. En los tramos que sí se requiriese una separación física y crear una plataforma nueva, como en la Gran Vía, haría falta una inversión de unos 250 euros por metro lineal.

El autor cree que de llevarse a cabo su idea los usuarios de la bici podrían pasar del 0,5 al 7%, lo que supondría retirar miles de coches de las carreteras viguesas.

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