La tendencia a la venta a través de internet llega, aunque lenta, a todo tipo de sectores. Por ejemplo, al farmacéutico. Desde hace algo más de dos años empezaron a aparecer en España los primeros establecimientos autorizados para comercializar en sus sitios web medicamentos sin prescripción y productos de parafarmacia, como alimentación para bebés o cremas.

Hasta la fecha, en Galicia solo se han sumado 19 boticas, un 1,4% de 1.345. Más de un cuarto de ellas, cinco, están en Vigo. Otras tres, tantas como A Coruña y Lugo, se emplazan en su área metropolitana, en concreto en Val Miñor, con una en cada uno de sus concellos, Nigrán, Gondomar y Baiona.

La primera de la provincia en lograr el visto bueno de la Consellería de Sanidade fue la farmacia de la Puerta del Sol, en 2015. Su titular, Fernando Palos, explica que las ventas en línea suponen alrededor de un 10% del total, por lo que todavía distan mucho de ser decisivas para el negocio. No obstante, comenta que sí le ha permitido ampliar su mercado, al vender a otros puntos de la península. También le facilita la gestión de excedentes a través de promociones especiales.

Transporte en 24 horas

Las boticas solo pueden vender por internet las llamadas especialidades farmacéuticas publicitarias, que son esas marcas que salen en los anuncios de la televisión. En ningún caso pueden despachar por esta vía medicinas prescritas por un doctor. El transporte se realiza en un plazo de 24 horas, por lo que no alcanzan a cubrir una urgencia.

La mejor acogida de público, explica el farmacéutico, se da en los productos incómodos de portear, tipo los botes de alimentación para bebés, y en aquellos que provocan cierta vergüenza cuando se piden en el mostrador: preservativos y otros elementos relacionados con la vida sexual. La discreción y anonimato que confiere la compra por internet puede evitar situaciones embarazosas, como puede ser para un chico joven el coincidir en el establecimiento con un vecino de escalera mientras compra condones, comenta Fernando Palos.

Al margen de los beneficios directos, el titular de la botica señala que el sitio web a través del que canalizan las ventas le sirve como plataforma de comunicación e información a los clientes.

Para lograr la autorización de Sanidade es preciso pasar unos complejos trámites y se deben cumplir una serie de requisitos fundamentales: un farmacéutico debe supervisar cada venta y el transporte tiene que cumplir unas severas condiciones en cuanto al mantenimiento de ciertas temperaturas. De hecho, esa exigencia es la que les impide vender a los archipiélagos.

Es imprescindible, además, que exista una tienda física que esté detrás de la venta en línea. "Es muy laborioso, da tanto trabajo como vender en el establecimiento", apunta. y añade que en su caso tiene contratada una empresa informática que se encarga de que el sitio web funcione correctamente.

Para garantizar que la botica está autorizada para vender en internet, la página debe tener un logotipo (una cruz blanca sobre bandas horizontales en distintos verdes) que al pincharlo lleve al web oficial de la autoridad competentes.