"Es una gran idea". Eso es lo que opina el alcalde de Vigo, Abel Caballero, sobre la propuesta de Comisiones Obreras (CC OO) de convertir el antiguo policlínico Cíes en un innovador centro para mayores con algún grado de dependencia. Así se lo trasladó ayer a la secretaria comarcal de este sindicato, Amelia Pérez, y al de su sección de pensionistas, Roberto Ucha. Y así se lo va a comunicar a la Xunta. El regidor anunció que remitirá una carta al gobierno gallego manifestando su apoyo y reclamó una partida en los presupuestos "de este año para acondicionarlo". Lo ve "compatible" y más fácil de habilitar que el anunciado por la Consellería de Política Social en la ETEA para 2020.

Caballero defendió su "conformidad" con la propuesta de CC OO por cuatro razones: "porque hay pocas plazas" de residencias de mayores en la ciudad; "porque el sitio es espléndido" en pleno centro; porque "se le da utilidad social a un edificio ahora vacío" y que a su propietaria, la Tesorería general de la Seguridad Social, le cuesta mantener; y porque "salvaguarda una de las grandes piezas de la arquitectura de Vigo".

A estos argumentos se suma que la tipología interior del antiguo policlínico se adapta muy bien a este uso. Tal y como destacó el urbanista que avala esta propuesta, Salvador Fraga, cada uno de sus cuatro pisos superiores ya están distribuidos en una decena de habitaciones con sus propios cuartos de baño, lo que facilitaría su conversión en pisos tutelados o viviendas comunitarias.

"El PP de Vigo, siempre poniendo problemas, dijo que ya se iba a hacer uno en la ETEA", reprochó el alcalde y añadió: "Pero son compatibles, se pueden tener los dos y este sería inmediato porque solo necesita acondicionamiento".

Caballero aplaudió que el proyecto que plantea CC OO "se trata de una forma nueva de interactuar con los usuarios", permitiéndoles "hacer una vida lo más independiente posible".

La central apuesta por un novedoso modelo alternativo de residencia de mayores destinado a personas con dependencia leve o moderada que desean vivir con cierta autonomía, aunque bajo la tutela o asistencia de una entidad pública. Tendría entre 120 y 130 plazas y contaría con un centro de día y pisos tutelados o viviendas comunitarias. Además de con el asesoramiento del arquitecto Salvador Fraga, la propuesta también cuenta con la colaboración del geriatra Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría.