María del Carmen Gándara e Isidro Couto acudieron a la Justicia porque cuando se enteraron de que su hipoteca contenía una cláusula suelo se sintieron "robados". Ahora el juzgado habilitado en Vigo para tramitar estas causas les da la razón. Es la primera sentencia que se materializa a raíz de las más de 1.100 demandas presentadas.

Este matrimonio de jubilados, ella 69 años y él 71, constituye el perfil prototipo de víctimas de este abuso, por carecer de los conocimientos financieros suficientes y por haber sido privados de información esencial sobre el producto, según explican desde el Grupo ABC, que llevó el caso.

"Si (la polémica) no sale en los medios no te enteras, no estás al tanto de cómo va el euríbor", resume Gándara.

Tras ver en televisión la polvareda levantada por la decisión del Tribunal de la Unión Europea de anular retroactivamente las cláusulas suelo, un día pasaron por delante del citado despacho y preguntaron si ellos estaban afectados. En los meses siguientes recibieron varias llamadas de la entidad financiera, que les planteó un pago de unos 3.000 euros a cambio de no demandar. El matrimonio se negó.

Poco después, sin notificación alguna, la entidad les ingresó 5.056 euros, 4.976 cobrados de más al aplicar la cláusula suelo y 79 por los intereses. En este último concepto estaba la discrepancia. Los demandantes y la jueza en su fallo creen que el banco tiene que pagar los intereses desde la firma de la hipoteca en 2009, y no solo desde que en diciembre de 2016 el Tribunal de la UE resolvió el caso, como interpreta la entidad. Ahora falta por determinar la cuantía exacta que les corresponde.