Su presencia pasa inadvertida normalmente pero unos días antes de la celebración de la Reconquista se realiza a sus pies el homenaje a los héroes de la liberación de la plaza viguesa del invasor francés.

El monumento está encumbrado por el coronel Pablo Morillo, quien dio el ultimátum a los franceses días antes de la batalla de A Gamboa y quien el 28 de marzo firmó su capitulación. Abajo destaca una figura con el torso descubierto que sujeta un hacha: "Carolo", uno de los primeros caídos por el plomo galo al intentar destrozar la famosa puerta de la muralla.

En 1909 se acordó erigir un monumento en recuerdo al valor y la gesta del pueblo olívico, justo un siglo después de los hechos. La suscripción pública fue la fórmula escogida para recaudar fondos para levantar una figura homenaje a todos aquellos que habían perdido la vida en la batalla. Consiguieron reunir 35.000 pesetas y se le encargó la figura al escultor González Pola.

En 1921 se pone la primera piedra del monumento, pero poco después el artista fallece. Será un amigo suyo, Adsuara Ramos, quien continúe su obra. La escultura se inauguró en 1947 en la Praza de España, y desde entonces ha cambiado varias veces de ubicación. Incluso se alteró el conjunto de manera que la parte superior, con el coronel Morillo, presidió en solitario la Praza do Rei durante una época. En los últimos años se mantiene íntegra en la Praza da Independencia.

Desde hace unos años se celebra allí un acto institucional en el que participa el regidor de la ciudad, en el que se realiza una ofrenda -una corona de laurel- como homenaje a los héroes de la Reconquista, no en vano se llama "Praza da Independencia". El acto es amenizado por distintos grupos de baile de ciudad.