Para que puedan afrontar la recta final de sus vidas en el calor y la intimidad de su hogar, cada vez son más los casos de enfermos paliativos que se remiten al Servicio de Hospitalización a Domicilio (HADO) del Chuvi. De ahí, que, también sea mayor el índice de mortalidad al que se enfrenta. Sus profesionales atienden hasta su fallecimiento a uno de cada cuatro enfermos.

En concreto, en el 25,96% de los casos, cuatro puntos más que en 2013. La cifra de paliativos es mayor, ya que no todos fallecen en los 19 días de media de las estancias en HADO.

El servicio no solo se encarga de ingresos a domicilio. Con su enfermera de repuesto, también asume otras tareas como el recambio de sondas de gastrostomía, que se usan para administrar alimentos o líquidos cuando una persona ya no es capaz de consumirlos por sí misma. Evitan así que estos dependientes que permanecen encamadas tengan que desplazarse en ambulancia hasta el hospital.

Controlan unas 300 en todo el área sanitaria, que cambian cada cuatro meses. En lo que va de año llevan 209 de estas operaciones. Además, realizan punciones para extraer líquido de la barriga a pacientes con enfermedades hepáticas -24 en 2017- y ofrecen sesiones de formación un día a la semana en centros de Primaria.