Otra gran obra con el sello de Manuel Gómez Román ubicada en la intersección de Policarpo Sanz con Colón. El inmueble, finalizado en 1923, fue sede del Banco de Vigo (de ahí su nombre) aunque por un corto período. Dos años después de inaugurarse entra en suspensión de pagos y pasa a albergar las oficinas de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, también por poco tiempo; en 1928 se establece en el edificio el Banco Pastor.

Gómez Román diseña una construcción monumental que represente a la institución bancaria que acogería. Combinó en ella el uso financiero de las plantas inferiores con el residencial en las más altas.

Culmina el inmueble en una airosa cúpula, pero lo más destacable es su peculiar decoración: mezcla elementos modernistas y de tintes vieneses con otros clasicistas y eclécticos. Buena prueba de ello son las esculturas de granito que custodian el banco.

Las figuras femeninas que representan diversas culturas.

Cinco figuras femeninas se alzan solemnes en la quinta y última planta. "Representan culturas de los diversos continentes, estando quizás relacionado su simbolismo con las actividades del banco y con el hecho de ser Vigo una ciudad marítima en contacto con diversos pueblos y culturas del mundo a través de su puerto", sostienen Xaime Garrido y Xosé Ramón Iglesias en "Vigo. Arquitectura urbana". Las tallas tienen una fuerte impronta mitológica, pues se distinguen claramente la cultura egipcia, la romana y la india.