"Los testigos no tienen un lugar específico donde estar con lo que es fácil que se encuentren con alguna de las partes, incluso cuando no deberían tener ningún contacto con éstas, para evitar la contaminación de sus declaraciones y, en algunos casos, asegurar su propia integridad". Esta premisa figura en una larga lista de demandas reivindicadas por el sindicato judicial Alternativas na Xustiza-CUT en relación a la sala especializada en malos tratos de la ciudad, y fue ayer precisamente cuando se puso de manifiesto su urgente necesidad. Una denunciante y familiares del presunto agresor protagonizaron una disputa en los pasillos del juzgado de Violencia sobre la Mujer. Los improperios, advertencias y amenazas que se dirigían las partes concluyeron con la bofetada de una a la otra, teniendo que ser separadas por dos agentes de la Policía Nacional y por un funcionario de la sala. Otros cuatro agentes también fueron movilizados si bien no llegaron a intervenir al encontrar ya calmadas a las implicadas.

Esta disputa se produjo en el marco de un encuentro entre ambas en los pasillos, mientras la denunciante esperaba su turno para entrar en sala y los familiares del denunciado aguardaban su salida en el recinto judicial. Al no existir una sala específica para ellos, ambos coincidieron en la entrada lo que provocó la trifulca. El asunto que trajo a ambas partes al juzgado derivaba en un supuesto delito de acoso por parte del denunciante a su expareja.

Otros episodios

Este episodio en el pasillo del Juzgado de Violencia no fue puntual. Si bien no se trata de un suceso diario, no es la primera vez que los agentes del edificio judicial tienen que separar o alejar a víctimas y denunciados para evitar encontronazos entre ambos.

Desde el sindicato judicial alegan que se "incumple constantemente" la obligación de adoptar medidas de "acción positiva para hacer realidad y efectivos los derechos de los usuarios". Reconocen, a través de una nota de prensa, que las condiciones tanto para los trabajadores como víctimas son "penosas": la ventilación es "inadecuada", las dimensiones de las salas -como por ejemplo la de detenidos- "irrisorias", "las víctimas están todas juntas en una sala minúscula en la que no tienen intimidad alguna" y afirman que al compartir los imputados una única sala genera discrepancias ya que "cuando uno de ellos está detenido debería permanecer custodiado por policías".

Además de "carencias" de medios y personal, desde Alternativas na Xustiza-CUT denuncian el doble trabajo que realizan a diario los funcionarios del juzgado especializado de malos tratos al ejercer de "psicólogos" para las víctimas y "cuidadores" de los hijos menores de las mujeres mientras ellas declaran, además de evitar que denunciante y denunciado se encuentren durante su citación o previa comparecencia.