La Casa da Xuventude de Vigo amanece hoy con las puertas cerradas. El centro de orientación de miles de vigueses en la ciudad cesa su actividad tras finalizar el contrato de cuatro años que firmó la empresa concesionaria en 2013. Sus seis empleadas recogieron ayer sus últimos enseres mientras lamentaban el fin de una etapa profesional. "Nos vamos al paro y nos cuesta entender los motivos", apuntaba una trabajadora.

Las profesionales del centro se encargaban de asesorar profesionalmente a los jóvenes que buscaban su primer empleo. Además, mostraban técnicas de estudios a aquellos que lo necesitasen. Entre septiembre de 2016 y julio del presente año pasaron por sus instalaciones más de 26.000 vigueses. Fuentes municipales explican que el cierre se debe a que este sistema para los jóvenes se había quedado anticuado.

A las 20.30 horas, decenas de personas se concentraron frente a la escaleras del museo Marco de Vigo para reclamar la reapertura del centro ubicado en la calle López Mora.