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La Cámara de Comercio encara sus primeras elecciones un año después de la fusión

La institución abre en octubre un periodo que se prolongará un año hasta la designación de 60 vocales y presidente - Los titulares de 80.000 actividades económicas tienen derecho a voto

Imagen de la dirección de la Cámara de Comercio con García Costas al frente. // Marta G. Brea

Un año después de que las Cámaras de Comercio de Vigo, Pontevedra y Vilagarcía firmasen su integración en un único órgano cameral, éste se prepara para afrontar el primer proceso electoral. La integración constituyó un giro de 180 grados en la trayectoria de las cámaras, cuyos dirigentes compartieron la necesidad de unir esfuerzos para garantizar la supervivencia de unas instituciones seriamente damnificadas por los efectos de la crisis económica. Ahora 14 meses después de aquella firma histórica, se convoca un periodo electoral que servirá para medir la fortaleza de esa fusión, aunque en un contexto muy diferente: la economía gallega crece a buen ritmo, el empleo también se ha desperezado y la actividad de muchas empresas de la provincia ha experimentado un notable acelerón.

Oficialmente, el periodo electoral se abre el próximo 2 de octubre. Sin embargo, estos no serán unos comicios al uso, dada la complejidad de los agentes y factores que intervienen en él. De hecho, la Cámara de Comercio de Vigo, Pontevedra y Vilagarcía no renovará su plenario de 60 vocales hasta septiembre de 2018. Y serán estos quienes con su voto decidan quién es el máximo responsable del órgano cameral y su comité ejecutivo. Si bien el actual presidente José García Costas todavía no ha aclarado si repetirá a frente de la institución, en la mayoría de los actuales vocales consultados por este periódico se da por hecho que el presidente de Barreras finalmente se presentará.

Aunque los mandatos son de cuatro años, García Costas dirige la institución desde 2010 porque la reforma de la Ley de Cámaras en 2014 obligó a cambiar también el régimen electoral, con lo que su presidencia se vio prolongada casi otros cuatro años.

Para evitar resquemores y allanar el camino, la fusión se selló en junio de 2016 con un pacto salomónico: la Cámara de Comercio de Vigo asumiría la presidencia mientras que los entonces titulares de Pontevedra (Eduardo Barros) y Vilagarcía (Miguel Falcón) tomarían posesión como presidentes. Este reparto, con una dimensión territorial que abarca a 55 concellos de la provincia, contribuyó, en gran medida, a sofocar cualquier intento de rebelión local.

Los comicios que se abren en octubre servirán para constatar si, efectivamente, el clima de concordia y sintonía del último año goza de buena salud o si, por el contrario, se pueden reabrir heridas que se traducirían en la eventual presentación de candidaduras lideradas por empresarios de las comarcas de Pontevedra o Arousa. Hasta ahora la Cámara ha disfrutado de un plácido proceso de transición, sin noticias de ningún sector crítico.

Pero hasta llegar a ese punto todavía falta un largo proceso. Porque lo primero que deberá hacer la Cámara es actualizar el censo de actividades económicas (que no de empresas), un complejo trabajo de depuración. En estos momentos, el órgano cameral tiene en su registro más de 80.000 actividades. Tras la elaboración del censo, se abrirá el correspondiente plazo de alegaciones y de correción de posibles errores. Pasado ese punto, la presentación de candidaturas y programas. Y finalmente la elección de la persona que llevará las riendas de la Cámara hasta 2022.

El organismo nota los efectos de la recuperación

  • Los últimos años fueron especialmente duros, para las Cámaras de Comercio de la Provincia -Vigo, Pontevedra, Vilagarcía y Tui- . Los órganos sufrieron en sus propias carnes con una especial virulencia los efectos de la crisis, la destrucción de tejido empresarial y el desempleo. La doble recesión tuvo un efecto directo en sus ingresos. Numerosas empresas se vieron en serias dificultades para abonar las cuotas de asociados y, en consecuencia, los órganos camerales vieron mermados sus recursos. Ahora la situación ha cambiado y los datos indican que el periodo de crecimiento económico también se siente en la Cámara. En el último año registró más de 8.000 altas, una cifra que se ve, sin embargo, atenuada por la cifra de bajas, aunque en este segundo caso se corresponde también a la depuración del censo que se realizado.

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