La empresa Copasa, adjudicataria de las obras de ampliación del Corredor do Morrazo, en el primer subtramo de 3,2 kilómetros en Moaña, ya está trabajando en la construcción de los muros de hormigón del nuevo viaducto sobre la rotonda de Domaio, que dará acceso directo desde la futura autovía do Morrazo AG-46, a la autopista AP-9 y Puente de Rande.

La previsión de la empresa es que el viaducto esté concluido a finales de año aunque no entrará en servicio hasta mayo de 2018, cuando concluyan las obras del desdoblamiento en este tramo, que se han aplazado siete meses debido a los cambios del trazado en el túnel de Montealegre, en Domaio, para preservar el castro.

Hay que recordar que por este motivo el corredor va a estar cerrado desde el próximo mes de octubre y durante unos siete meses, hasta mayo, para que la empresa pueda trabajar en la ampliación del túnel, que ahora se acometerá sobre el ya existente en lugar de construir otro gemelo en la ladera sur que era el que afectaba a parte del castro.

Por otra parte y en relación a las obras de ampliación del puente de Rande, ninguna de las empresas ni las administraciones -Xunta y Ministerio de Fomento- trabajan de forma coordinada para que las obras concluyan al mismo tiempo. Audasa debe concluir la ampliación del puente, que implica nuevos carriles laterales aislados de la plataforma central, a finales de año, por lo que lo previsible es que entre antes en servicio la ampliación del puente.

Muchos usuarios muestran su preocupación por cómo se distribuirá la circulación en el puente y si los nuevos carriles de las plataformas laterales, muy estrechos y separados de los centrales, serán de uso obligatorio para los conductores procedentes de O Morrazo.

La Xunta asegura por el momento que el nuevo viaducto de Domaio no enlazará directamente con los carriles de ampliación del Puente de Rande. De esta forma, los conductores que provengan de la futura autovía de O Morrazo podrán elegir si entrar en la AP-9 en dirección a Vigo, a través del puente, o a Pontevedra.