El escándalo del pasado domingo cuando agentes de la Guardia Civil impidieron el desembarco de cientos de turistas a las islas Cíes al haber sobrepasado el cupo de 2.200 personas diarias ha sido bien recibido por los ecologistas. Y no por el perjuicio ocasionado a los visitantes que se quedaron atrapados en los barcos o en tierra, sino porque lo sucedido ha servido para dejar en evidencia un problema que, aseguran, llevan años denunciando sin que la Administración autonómica haya tomado medidas al respecto.

Tras salir a luz el grave problema sobre el transporte masificado, con posible falsificación de billetes, al archipiélago, los colectivos Adega, APDR, FEG, la Red de Colectivos "A ría non se vende", Salvemos Monteferro, Verdegaio y Voces polo Litoral, se felicitan por que la Xunta por fin haya decidido atajar un "turismo desordenado" que se ha perpetuado "durante años" sin que haya hecho nada para atajarlo

En un comunicado conjunto, los ecologistas critican al Gobierno autonómico por su "dejadez" en la gestión del archipiélago y lamentan que "únicamente se impusieron algunas sanciones de escasa cuantía" a las navieras por sus "incumplimientos sistemáticos".

Además advierten que en octubre de 2014, varios representantes del movimiento ecologista presentaron en el Patronato del Parque Nacional una queja en la que informaban que la media de visitantes en las islas durante agosto de 2013 era de 2.708 personas, un dato que revelaba "un exceso de cupo".

Los grupos recuerdan que desde 2011 se han presentado "unas 120 denuncias" a las navieras por sobreventa de billetes, que solo se sancionaron unas pocas y que "y ninguna superó la cuantía de 12.000 euros", cuando la ley contempla que las multas de hasta 200.000 euros y la retirada temporal de la concesión.

Por eso, censuran la "dejadez" de la Xunta que creen que está "en sintonía con la tibieza del Parque Nacional para sancionar actividades no permitidas", como la entrada en zonas de reserva o la pesca deportiva en aguas protegidas.