Un agente de la Policía Portuaria recorrió ayer los muelles del puerto para advertir a los vendedores ambulantes de que tenían que abandonar la zona. El policía fue puesto por puesto obligando a los tenderos a recoger su mercancía. Pocos minutos después, cuando el agente ya se había marchado, volvieron a exhibir su material ante la mirada de los turistas.