El concurso para convertir el edificio Faraday de la ETEA en la sede del Campus del Mar ha recibido un total de 15 propuestas. El plazo de entrega de ideas finalizó el pasado lunes y la mesa de contratación procedió ayer a la apertura de sobres en el edificio de la Gerencia del campus vigués.

El proyecto de redacción de la obra se licitará por un máximo de 202.000 euros, incluido el IVA, y los tres diseños mejor valorados recibirán un premio económico de 10.000, 7.000 y 3.000 euros, respectivamente.

Las bases del concurso se publicaron a principios de julio y a finales de mes la Universidad organizó una visita al inmueble a la que acudieron una veintena de arquitectos de Vigo, Pontevedra, Ourense, A Coruña y otras localidades gallegas. Hasta ese momento, el inmueble había permanecido cerrado durante 15 años y los arquitectos solo podían atisbar su estado de conservación a partir de las fotos facilitadas por la institución académica.

Algunos de los profesionales que se desplazaron a la ETEA para conocer las condiciones del inmueble explicaban a FARO que su rehabilitación, a pesar de los años de abandono es factible.También manifestaron su malestar por la escasa información documental aportada para poder desarrollar sus proyectos, así como por el escaso margen de entrega.

Precisamente, el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia envió al Rectorado vigués el pasado 9 de agosto una serie de recomendaciones para mejorar las bases de la adjudicación. "Valoramos que la Universidad haga un concurso y que la oferta arquitectónica se valore en un alto porcentaje, un 85%, pues lo que resulta totalmente rechazable es que solo se tenga en cuenta la propuesta económica, pero hay algunos detalles mejorables", comenta Carlos de la Torre, secretario del COAG.

Uno de los planteamientos está relacionado con el anonimato de las propuestas, que no está garantizado. Desde el COAG también se sugiere que los concursantes no estén obligados a contar con ciertos seguros hasta que no sean adjudicatarios y que se admitan otros certificados energéticos homologables además del Breeam.

Además, se propone que se triplique la dotación de los premios -que solo suponen un 0,5% del presupuesto-, que se amplíen los plazos de entrega y ejecución y que se facilite más información en formatos adecuados.

"Es de valorar que las Administraciones y las empresas hagan concursos. Nos parece el buen camino. Durante la crisis no se planteaban y quizá se perdió cierto conocimiento. Pero también hay que tener en cuenta que suponen un enorme esfuerzo por parte de los arquitectos, es un proceso creativo durante el que ponen mucho talento para dar respuesta a una necesidad", defiende De la Torre.