Las navieras recurrieron a la isla de Ons para tratar de apaciguar los ánimos de los visitantes damnificados que no pudieron embarcar hacia Cíes por exceder, por segundo día consecutivo, el cupo máximo de visitantes en la joya de Illas Atlánticas.

Ante las quejas masivas de los afectados las compañías de transporte ofrecían dos soluciones: recuperar el dinero invertido en los billetes hacia el archipiélago vigués o conocer otro de los enclaves más visitados de las Rías Baixas. Muchos turistas optaron por esta segunda opción al trasladarse ayer a Vigo desde otros municipios. "No queremos perder el día", aseguraban algunos de ellos antes de subir al barco que les llevaría a su nuevo destino.

El muelle de la isla recibió a numerosos viajeros a lo largo de toda la jornada. Custodio y su mujer Ángela Viedman estaban veraneando en Sanxenxo y ayer, cuando se encontraron con la sorpresa de que no podrían viajar a Cíes, reservaron una plaza en el navío que les llevaría a Ons. Y como ellos, centenares de turistas más.