Vigo da un paso más en su apuesta por estar a la vanguardia del sector automovilístico. Cuatro vehículos autónomos harán varias pruebas el próximo verano en sus calles. En concreto se desarrollarán en los viales de acceso a la ciudad, Gran Vía y el aparcamiento de Praza do Rei. Los modelos completarán dos ensayos, uno de estacionamiento y otro de circulación, como ya adelantó FARO el mes pasado.

La Junta de Gobierno Local aprobó ayer la participación de Vigo en el proyecto de la Comisión Europea (CE) conocido como Autopilot (AUTOmated driving Progressed by Internet of Things). Esta iniciativa busca avanzar en el desarrollo de los sistemas de conducción automatizada en entornos urbanos con el objetivo de conseguir una mayor seguridad y eficiencia. La urbe viguesa será uno de los municipios europeos que cooperen con el programa y recibirá 52.000 euros por participar en las diferentes pruebas previstas, ceder espacios de la ciudad y testar e informar sobre los resultados finales obtenidos. Autopilot cuenta con un presupuesto de 25,4 millones de euros, de los que la Comisión Europea aporta 19,9. Los tests estarán coordinados por el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), el Concello y el Grupo PSA.

La primera prueba que se realizará será la de aparcamiento. El gobierno local acordó con la concesionaria del parking de Praza do Rei la instalación de unos sensores que permitirán que el vehículo autónomo aparque solo. Todavía no se han seleccionado las plazas en las que deberán estacionar.

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El segundo ensayo será en diferentes localizaciones de la ciudad. El Concello habilitará un circuito urbano por el centro de la urbe para que cuatro turismos (dos de CTAG y dos de Citroën) realicen las pruebas necesarias sin interferir en la circulación normal del resto de conductores.

Además de en los límites municipales vigueses, se desarrollarán ejercicios similares en Francia, Finlandia, Italia, Holanda o Corea del Sur.

Vigo se convirtió en 2015 en la primera ciudad del país por la que se movió un vehículo autónomo. El prototipo desarrollado entonces por PSA, un C4 Picasso fabricado en Balaídos, completó con éxito el trayecto entre Vigo y Madrid, aunque no llegó a rodar de modo autónomo en terreno urbano.