"Hemos pasado de estar en plena Guerra de Vietnam a vivir en calma. No ha habido incidentes esta semana y la gente por fin ha podido dormir". Manuel Alonso Moure es el presidente de la comunidad de vecinos de Travesía de Vigo afectada por los okupas y ayer mantuvo, junto a otros inquilinos del inmueble, una reunión con el alcalde Abel Caballero, el concejal Carlos López Font y el jefe de la Policía Local, Francisco Martínez. En dicho encuentro el regidor mostró su apoyo a las víctimas de los disturbios y les aseguró que continuaría la vigilancia policial "el tiempo que sea necesario". Desde el pasado lunes varios agentes de la Policía Local patrullan por la zona para evitar que se reproduzcan las agresiones y vejaciones que han sufrido los vecinos en los últimos dos meses. Además, policías de paisano se adentran en el edificio para pillar a los okupas in fraganti en caso de que vuelvan las hostilidades.

Pese a que la tensa situación se conoció hace una semana, los altercados llevan produciéndose varios meses. "Nosotros solo queremos vivir tranquilos. Llevamos soportando su presencia casi un año, aunque se ha radicalizado en los últimos dos meses", apunta el presidente comunitario. En ese periodo han visto como los inquilinos denunciados han provocado destrozos en zonas comunes del edificio además de amenazar y agredir a algunos propietarios. El episodio más grave se vivió hace ahora dos semanas. Uno de los residentes, según relataron algunos testigos, salió a pasear con su perro y al volver al portal se encontró con tres individuos que residen en el piso okupa. Fue entonces cuando se abalanzaron sobre él y comenzaron a propinarle golpes. La víctima logró entrar en su domicilio y los agresores optaron por vaciar un extintor por debajo de su puerta. En ese momento se personó una patrulla de policía y detuvo a dos de los tres okupas. Pocas horas después fueron puestos en libertad al no haber sido denunciados por los otros vecinos.

Pocos días después llegó el dispositivo policial impulsado por el gobierno local. Desde este lunes varias dotaciones se pasean constantemente por la zona, algo que parece haber hecho efecto en los vándalos. "Normalmente hay agentes cerca del inmueble. Su presencia ha amilanado a estas personas y esta semana ha sido la más tranquila en mucho tiempo", aseguraba ayer Alonso, quien agradeció la ayuda del Concello. "El alcalde nos brindó su aliento y nos aseguró que la Policía Local estaría en la zona todo el tiempo que hiciese falta. Eso nos da tranquilidad", añadía tras la reunión con Caballero.

El siguiente paso que quiere dar la comunidad de vecinos es el de conseguir que los inquilinos que entraron en el piso hace casi un año lo dejen para siempre. La vivienda es propiedad de una entidad bancaria y a mediados de septiembre ambas partes esperan tener la resolución judicial que provoque el desahucio de los okupas. "A nivel judicial ya está en marcha el proceso. Desde el juzgado nos han dicho que hasta el próximo 8 de septiembre no habrá una resolución", comentaban los residentes.

Lo que si ha mejorado en los últimos días es la comunicación con el banco. "Están en contacto permanente con nosotros y nos han aclarado que lo que quieren es que se confirme el desahucio", indicaba Alonso, quien espera que los malos momentos en el bloque estén llegando a su fin.