Varios emplazamientos de la ciudad ya están invadidos por el océano Atlántico. Catorce de los quince murales incluidos en el programa municipal de medianeras ya lucen completamente terminados o a punto de finalizar. El mundo marino sirvió este año de inspiración a los artistas seleccionados por los técnicos del Concello y en varias fachadas se pueden observar pulpos gigantes, buzos, embarcaciones y numerosas especies que únicamente se encuentran en el fondo del mar. Tan solo el que debería embellecer el túnel de la calle Ourense acumula más retraso del previsto y no estará terminado en próximas fechas.

La primera en ponerse el mono de trabajo fue Mona Caron. Sus plantas emergiendo desde las entrañas de una ciudad decoran desde hace semanas una de las fachadas más grandes de la calle Coruña. Sin embargo, por tamaño se lleva la palma la obra de Delio Rodríguez en la avenida de Beiramar. Un inmenso cefalópodo preside uno de los barrios más ligados al mar de la urbe olívica. El semblante serio del animal y el realismo que ofrece el autor en sus dibujos hacen pensar que el pulpo puede despegarse de la fachada en cualquier momento.

Más reducidos pero igual de vistosos son los murales de la calle Florida, el pabellón de Bouzas y las escaleras que conectan Torrecedeira y Pi y Margall. Todos ellos están inspirados en el mar, y al igual que ocurre con la pintura de Iria Blanco en Navia, cubren con un azul intenso las paredes que antes eran de color gris. Una transformación que acercará la playa a la urbe durante los meses en los que las bajas temperaturas y las precipitaciones reinen en el día a día de los vigueses.

La obra de Martín Códax está muy presente en la Casa do Patín de Bouzas, una de las más antiguas de Vigo. También el ambiente marinero tiene su importancia en esta creación de Pedro Sardiña, quien incorpora a unos pescadores a bordo de una embarcación. En Castelao, una mujer con brazos en forma de tentáculo muestra la estrecha relación de la urbe con el océano que la baña desde hace siglos. En las faldas de la iglesia de Fátima, al comienzo de Vía Norte, ya se están instalando numerosos peces y crustáceos.

Las que también están finalizadas son la de As Travesas, a cargo del artista portugués "Hazul", la ubicada en las escaleras entre Camelias y Romil, donde un lobo y un búho acompañan a los caminantes que deciden cambiar de calle, y la de Doctor Corbal, que muestra un mensaje de tolerancia bajo el escrito "Respecta, escoita, comprende". En próximas fechas estarán completamente terminadas las medianeras del Centro Comercial Coia 3 y del colegio Niño Jesús de Praga. Para más adelante queda la que embellecerá el túnel de la calle Ourense.

Con los de esta edición Vigo ya cuenta con casi cincuenta murales distribuidos por la ciudad. Pero no serán los últimos. El alcalde Abel Caballero anunció hace algunas semanas que durante el próximo lustro se pintarán varias decenas más hasta convertir a la urbe en uno de los mayores museos al aire libre de todo el mundo. El objetivo es superar el centenar de obras.

Además, con motivo de este tercer programa de medianeras, el gobierno local promovió diferentes actividades para involucrar a los más jóvenes. Seis colegios fueron decorados por sus propios alumnos y se celebraron varios talleres infantiles en los que los más pequeños aprendieron diferentes técnicas de baile y pintura.