El festival de O Marisquiño cierra esta edición -la 17ª- con un gran sabor de boca al consolidar la cita de Vigo como referencia indiscutible del deporte urbano. Tres días en los que la ciudad se ha transformado al trepidante paso de 'bikers', 'skaters' y grafiteros que han refrescado el ambiente vigués tanto de día como de noche, gracias a los conciertosconcierto programados con '7 notas, 7 colores' como gran atractivo.
Un sinfín de acrobacias espectaculares en las pistas distribuidas en el frente marítimo; las aguas de la ría con las escuadras italianas, alemanas, inglesas y españolas y el siempre esperado descenso por el Casco Velloque este año Edgar Carballo apuró hasta los 76 segundos.