El mercadillo de Bouzas cumple un año desde su reapertura con algo más de la mitad de su capacidad ocupada. A día de hoy, y según los datos que maneja el Concello de Vigo, están en funcionamiento 117 de los casi dos centenares (190) de puestos que es capaz de albergar el recinto. El dato es en cualquier caso bastante más elevado del que se alcanzó hace justo un año, cuando la feria retomó su actividad con solo 53 negocios -de los 80 que entonces habían recibido autorización del Gobierno local- tras más de nueve meses de suspensión forzada. La reapertura del mercadillo, el 14 de agosto de 2016, se produjo después de que el Concello acordarse suspender las ferias de Coia y Bouzas por el enfrentamiento entre gitanos "morones" y "zamoranos". Praza do Rei se adoptó la decisión cuando a finales de 2015 las disputas derivaron en enfrentamientos violentos, como los vividos en el mercadillo de Redondela o Cangas. Por esas mismas fechas -en octubre de 2015- se vivió un tiroteo en la VG-20, a la altura de Valladares, del que salió herido de bala un "zamorano".

La reapertura de las ferias de Bouzas y Coia en agosto de 2016 vino acompañada de cambios importantes en su organización. El Concello decidió asumir la gestión de los mercadillos y aplicó una serie de medidas para regular su actividad. La principal fue que para poder instalar sus puestos se exigió a los comerciantes que cumpliesen una serie de requisitos básicos, como estar dados de alta en la Seguridad Social o -de ser el caso- en el censo del IAE. Desde entonces también se les requiere que dispongan de un seguro de responsabilidad civil y que cumplan con la normativa que se aplique a cada mercancía.

Esas exigencias hicieron que muchos antiguos ambulantes no lograsen la autorización necesaria. Según los datos que facilitó hace justo un año el Concello -solo unos días antes de la reapertura- se habían dado luz verde únicamente a 80 de las 281 solicitudes que se recibieron para instalarse en el recinto de Bouzas y a 75 de las 220 que optaban a hacerlo en Coia. En ambos casos sin embargo el número de puestos que decidieron retomar la actividad el mismo día de la reapertura fue bastante inferior: 53 en Bouzas y apenas 30 en Coia.

Desde la reapertura, el pasado verano, el Concello ha impulsado una reorganización de ambos recintos para mejorar sus condiciones. Según apuntan desde el Concello, se dejó más espacio entre puestos para que la gente pudiera pasar con mayor comodidad entre ellos y aumentar la seguridad del mercadillo. Con el cambio la feria de Bouzas pasó así de tener capacidad para 241 puestos a quedarse en los 190 actuales. Esa decisión y las exigencias que se plantean a los comerciantes para lograr una autorización son la causa -abundan desde Praza do Rei- de que el número de autónomos en ese espacio haya bajado ligeramente en el último medio año. Algo similar ocurrió en Coia, donde se pasó de 104 puestos a finales de 2016 a los 88 actuales, lo que sitúa su porcentaje de ocupación en el 72%.

Tasas para comerciantes

Otro de los cambios que ha aplicado en el último año el Concello es la actualización de el tributo que pagan los comerciantes. En 2016 la tasa por ocupación en Coia se situaba en 1,4 euros por metro cuadrado y en Bouzas, en 2,05 euros/m2. En la ordenanza de 2017 el Gobierno municipal ya aplicó una reducción de esos valores, unificándolos en ambos recintos y fijándolos en 1 euro por metro cuadrado. Desde Praza do Rei avanzan ahora que "en la ordenanza del próximo año se contempla la exención de la tasa que actualmente se cobra por metro de mostrador".

Los puestos que se dedican a la venta de mercancía textil, zapatos, complementos y productos mixtos tienen un tamaño de 6x2 metros. Desde el inicio -anota el Concello- se le añaden seis metros lineales en concepto de mostrador, con lo que la tasa que deben abonar es de 18 euros por cada día de actividad. Con la modificación de la ordenanza esa cantidad se reduciría a 12.

En el caso de los negocios que se dedican exclusivamente a la alimentación, con un tamaño de 8x3 m y a los que se suman ocho metros lineales en concepto de mostrador, el ahorro es incluso mayor. De 32 euros por cada día en que permanezca montado el puesto se pasaría a abonar 24.

A finales del año pasado el Concello estimaba que recaudaría cerca de 100.000 euros este año por las tasas cobradas en los mercadillos de Bouzas y Coia por aprovechamiento de la vía pública, una cantidad que se destina a sufragar el propio mantenimiento de los recintos: fundamentalmente seguridad y limpieza. En el caso de Bouzas parte de esa recaudación se dedica además a afrontar el canon portuario. Antes de que el Ayuntamiento se hiciese cargo de la gestión de ambas ferias estas se autorregulaban.