Sin telescopios, ni prismáticos. Tumbados y con la vista clavada en el cielo. Esa es la mejor manera de contemplar las lágrimas de San Lorenzo y así lo hicieron más de un centenar de personas en Vigozoo y el mirador de A Madroa, ayer, en una actividad organizada por el Concello y Fundación Ceo, ciencia e cultura.

El habitual taller de astronomía de los sábados de verano en el zoológico, multiplicó por seis su capacidad, hasta las 150 plazas, con motivo de las Perseidas. Desde las 22.30 horas, los más pequeños descubrieron el funcionamiento del sistema solar con una maqueta y disfrutaron de un proyección, antes de contemplar el cielo guiados por los monitores, al igual que los mayores. Con láseres, los expertos les enseñaron las diferentes constelaciones, mientras esperaban la aparición de meteoros. Superada la medianoche, el punto de observación se trasladó al mirador de A Madroa, orientado al oeste y de espaldas a la ciudad, para evitar contaminación lumínica.