El responsable de la Unidad de Oceanografía de la Estaciónde Ciencias Marinas de Toralla (Ecimat), José González, explica que fue el viento del norte que sopló con intensidad a comienzos de semana el que provocó la entrada de agua profunda fría en la Ría que desplazó el agua superficial, que estaba más cálida, hasta bajarla hasta los 14 grados de estos días. "Estamos en las mínimas del verano, por debajo de la media pero no del rango habitual. Sin embargo lo notamos mucho porque este año el agua está más cálida de lo habitual, con muchos días en junio y julio a 18 y 20 grados, también en los primeros días de agosto", indicó González, que añade que es "difícil saber" si se recuperarán este verano esos datos, que dependen de múltiples factores.

"La temperatura exterior influye mucho porque no afecta a todo el agua pero sí a la superficie por lo que contribuye a subir un poco, la subida será lenta pero si continúan las mismas condiciones volveremos a tener los 18 grados", precisa. Así, en los próximos días el calor contribuirá lentamente a elevar la temperatura del agua por encima de los 15,5 grados siempre y cuando no haya viento del norte, que no está previsto en los próximos días. "También depende de las mareas y no tanto de la hora del día sino de las condiciones del agua", afirmó González.