| El Descendimiento del Santísimo Cristo de la Victoria es una de las imágenes más espectaculares de la celebración que finaliza el primer domingo de agosto. Los fieles tienen la oportunidad de acercarse hasta el símbolo para agradecerle las sanaciones realizadas y pedirles otras nuevas para sus seres queridos. Es tal la devoción por el mismo que numerosos creyentes llegaron a la Concatedral a primera hora de la tarde para ocupar uno de los sitios en los primeros bancos del templo. En la imagen, Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla y Moisés Alonso, párroco de la Conc atedral.