Junto al blanqueo, la juez se pronuncia en su resolución sobre otras cuestiones que se plantean en los distintos recursos. Con respecto a los investigados, una comerciante se opone al archivo en su día acordado con respecto a su exmarido, un sobreseimiento que confirma la juez. En relación con otro imputado, que es taxista de profesión según se hace constar en el auto, la magistrada reitera que es "clara" su actividad de "proveedor" de prendas de marca para "distintos establecimientos".

En el análisis de los distintos investigados que presentaron recursos, la juez hace alusión a las conversaciones telefónicas interceptadas -así como a las vigilancias policiales- como una de las pruebas clave en el proceso. Refiere por ejemplo la llamada de una mujer a su madre pidiéndole "2 XL de Roxy [marca de ropa]". Y otras en las que se hace referencia también a tallas y a otras marcas conocidas como Levi's o Fred Perry.

La juez también rechaza que los investigados actuaran como organización criminal.