Los hoteles se despiden del primer mes del verano con un sabor dulce en los labios. Aunque el sector ya partía con previsiones optimistas, julio ha dejado un resultado que "supera las expectativas" y destaca como el mejor arranque estival de la última década. Según apunta el presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira, el mes pasado la ocupación media osciló entre el 70 y 75%. De momento el sector maneja solo una estimación inicial, pero Pereira reconoce que hay que remontarse a los años anteriores a la crisis para encontrar un julio con mejores datos. No solo eso. El repunte de actividad -de entre el 10 y 15%, si se compara con el mismo mes de 2016, según Pereira- ha permitido a los alojamientos recuperar en parte sus tarifas, que se desplomaron durante la crisis.

"Históricamente julio era un mes de transición. No había la afluencia de turistas de agosto y al mismo tiempo caían los viajes de empresa. Ahora eso ha cambiado", comenta el responsable de Ahosvi, quien se reconoce satisfecho con el mes. El gremio espera sin embargo que el plato fuerte llegue en agosto. Durante la primera quincena, de hecho, confía en rozar la ocupación plena gracias a los viajes de vacaciones y la influencia del festival O Marisquiño. A la vista de las reservas, Pereira avanza que durante la primera mitad del mes se ocuparán, de media, entre el 90 y 95% de las habitaciones de Vigo. Desde Ahosvi se apunta que la segunda mitad el dato podría bajar ligeramente, aunque seguiría en valores generosos: sobre el 80%.

En el resultado final jugará un papel determinante el parte meteorológico. Un tiempo soleado y con temperaturas altas ayudaría a incrementar la afluencia de turistas. La lluvia y las temperaturas bajas tendrían el efecto contrario. Al margen de ese "telón de fondo", hay otros factores que contribuyen a que los hoteles de la ciudad disfruten de un buen verano. El contexto internacional, con la caída del turismo en el norte de África, ha provocado un "efecto dominó" que atrae a Galicia y las Rías Baixas a buen número de viajeros. El "tirón" cada vez mayor de Cíes y la influencia de los vuelos internacionales es también importante. Desde la hostelería se reconoce que cada vez es más frecuente escuchar acentos italianos, irlandeses, ingleses... de los destinos conectados con Peinador. Junto a ellos se recupera también el portugués, clave durante muchos años en Vigo pero que se había reducido a raíz de la crisis. La mayoría del turismo sin embargo sigue siendo el de proximidad, procedente de ciudades del resto de Galicia o de comunidades vecinas.

El buen arranque de la campaña estival deja otra lectura positiva. Gracias al aumento de actividad el sector ha podido recuperar en parte sus tarifas, que se desplomaron durante los últimos años hasta situarse entre las más baratas de España. También ha recuperado parte de su vigor el mercado laboral del colectivo. Desde el sector se apunta que algún hotel ha llegado a reforzar un 20% su plantilla en estas fechas, un buen síntoma que "no ocurría en los últimos años".