Hace una semana, una veintena de personas encabezadas por el policía local, Javier Pitillas, completaba el Camino de Santiago. Entre ellas, cuatro con movilidad reducida que se lanzaron a una gran aventura de 100 kilómetros. En un vídeo subido a YouTube se puede ver el esfuerzo, compañerismo y satisfacción de estos peregrinos tras completar las cinco jornadas de ruta y obtener la preciada Compostelana.

Hay varias maneras de realizar el Camino a Santiago -a pie, en bicicleta o a caballo- y también existen varias rutas dependiendo de dónde se inicie la ruta. Pero hay algo que une a todos los peregrinos: todos terminan en la Praza do Obradoiro y se esfuerzan para obtener su Compostelana.

El Camino de Santiago es un reto, tanto físico como psicológico. Los peregrinos, que caminan cientos de kilómetros en pocos días, no solo se superan a si mismos, sino que también viven una experiencia de compañerismo y aventura junto a otros caminantes de diferentes puntos geográficos.

Para acercar a todos lo que aporta esta vivencia, nace Discamino. Este proyecto ayuda a personas con alguna discapacidad a disfrutar del trayecto. El último viaje organizado por Discamino, que se realizó hace una semana, estaba formado por un grupo de más de veinte de personas: cuatro de Portomarín, tres de Vigo, dos de Santiago y trece de Cádiz.

No todos pueden hacer el camino a pie, pero sí todos se esfuerzan para llegar a la catedral. En el viaje de la semana pasada, formaban parte del grupo dos personas con parálisis cerebral severa, una chica con malformaciones en sus extremidades y otra sin tiene movilidad en las piernas. Sin embargo, estos no son suficientes obstáculos para completar el camino.