La mejora de la conexión en autobús urbano entre el aeropuerto y la ciudad continúa siendo una de las asignaturas pendientes. Y, aunque el Concello lanzó este año una propuesta de línea exprés y pidió a la Xunta que aportara los fondos al igual que hace con el bus de Santiago, las negociaciones se estancaron. El Gobierno gallego aceptó subvencionar la ruta, pero diferencias sobre el coste del billete, el tipo de autobús o los tiempos de viaje acabaron por impedir el acuerdo. De esta forma, y pese a que Peinador vive el verano con más rutas de su historia, la mejora del bus continúa bloqueada.

La línea actual (L9A) presenta varias carencias que no la hacen competitiva. Entre ellas, que no llega a la estación de autobuses, lo que impide un intercambio ágil de viajeros entre los dos modos de transporte. Pero además, tampoco pasa por la estación de trenes de Guixar y por la de ría solo lo hace en los viajes de ida. Y, aunque sí hay parada en la terminal de ferrocarriles de Urzáiz, el autocar no llega hasta el interior del recinto, sino que los viajeros deben desplazarse unos 300 metros y subir desde la plaza de la estación hasta la parada, en muchos casos cargados con maletas. Además, el autocar no está habilitado para el transporte de equipajes.

Triplica la demanda

Y pese a que la línea no se ha mejorado todavía por las diferencias entre Xunta y Concello, lo cierto es que el aumento de la demanda en Peinador se ha dejado notar en el actual autobús urbano. Según los últimos datos referidos al primer cuatrimestre, más de 11.600 personas se subieron a él para llegar al centro de la ciudad desde el aeropuerto, el triple que hace dos años.