Abanca busca dar un nuevo paso en su colaboración con el Celta. El presidente, Juan Carlos Escotet, aseguró ayer tras la presentación en Vigo de los resultados del banco en el primer semestre, que su propósito es ofrecer un trato igualitario a Deportivo de La Coruña y Celta. Hasta ahora Abanca era, al igual que con el equipo herculino, el patrocinador principal del Celta, pero ese rol puede cambiar en meses. Porque la institución financiera aspira a rebautizar con su nombre el estadio de Balaídos, como ya ha acordado para el campo de Riazor.

Escotet dejó entrever que están trabajando para potenciar la relación con el Celta. " Aspiramos a cosas adicionales que no puedo adelantar", aseguró de forma enigmática. Pero preguntado en concreto sobre la posibilidad de que Balaídos comparta con Abanca el nombre del campo, dio a entender que esa negociación ya está en marcha, aunque todavía no se ha cerrado. "No puedo responder. Estamos haciendo nuestros mejores esfuerzos, pero esa decisión no depende de nosotros", aseguró. Y es que el acuerdo tendría que ser a tres bandas, Abanca, Celta y Concello de Vigo, que es el dueño del estadio.

Las palabras de Escotet se producen justo cuando Concello y Celta están buscando un acuerdo que garantice la continuidad del club los próximos cincuenta años. El alcalde Abel Caballero se comprometió a presentar a Mouriño una propuesta de concesión administrativa que atienda los deseos del club de incrementar sus ingresos para fortalecer su economía al tiempo que blinde la titularidad pública del estadio.

Sobre el tratamiento futuro con el Celta, Escotet matizó el adjetivo de igualitario. "No se puede decir que vayan a ser iguales, porque las realidades son diferentes". Así, explicó que mientras el Deportivo "tiene un capital muy atomizado, el Celta tiene un control accionarial muy claro", en alusión al presidente Carlos Mouriño que tiene en sus manos el control del club.

Y es que el acuerdo del Deportivo con Abanca sobre el nombre del campo se produjo tras llegar a un acuerdo para refinanciar la deuda concursal del club con un crédito por 45 millones que le permitirá liquidar sus obligaciones con Hacienda. Tras ese pacto, el estadio blanquiazul se llamará Abanca Riazor hasta 2025.

Por otra parte, Escotet admitió sentirse "frustrado" al no haber encontrado todavía una salida al teatro Fraga, cuyas obras están paralizadas desde 2011. Advirtió, sin embargo, que en la reapertura "tiene que primar la sensatez y la rentabilidad", siempre dentro de las limitaciones urbanísticas que marca la ley.