Un complejo problema de salud pública que no cesa. Un total de 59 personas se quitaron la vida en 2016 en Vigo y su área. Una cifra que evidencia que los suicidios, todavía rodeados muchas veces por el tabú, aumentaron sensiblemente con respecto al año anterior: un 15%. Y que si se compara con la de fallecidos por accidentes de tráfico en el mismo período y en la misma zona aún adquiere más relevancia: las muertes autoinfligidas que hubo durante el pasado ejercicio triplican a las 20 que se produjeron como consecuencia de siniestros en la carretera. Y en toda Galicia, la problemática de los suicidios se hace todavía más notoria, ya que los 345 fallecimientos registrados por este motivo suponen casi uno al día. Precisamente, un reciente estudio de la Universidad de Navarra analizando esta problemática sitúa a la gallega como una de las comunidades españolas donde la incidencia de este tipo de muertes es mayor.

La memoria anual del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) arroja con respecto al Servicio de Patología Forense de la sede viguesa de esta entidad que en 2016 los forenses realizaron 376 autopsias por muertes que es necesario investigar producidas en Vigo, en las localidades del Val Miñor y en los municipios pertenecientes a las demarcaciones judiciales de Redondela, Tui, Porriño y Ponteareas. De todos esos fallecimientos, un total de 172 tuvieron la calificación de violentas -homicidas, suicidas o accidentales- y los 204 restantes fueron naturales, concluyéndose en la mayoría de estos últimos casos que la causa fueron enfermedades de tipo cardiovascular.

Es en las muertes violentas donde se enmarcan los suicidios. El año pasado hubo 59 -en 2015 fueron 51-, frente a los 3 fallecimientos que hubo por homicidios y los 110 en los que la causa fue accidental. En Galicia, la mayoría de personas que se quitan la vida lo hacen por ahorcamiento, registrándose otros casos de personas que se arrojan al vacío o al agua, así como de intoxicación por pastillas o, ya más excepcionalmente, por utilización de armas de fuego.

La cifra de suicidios que consta en la memoria del Imelga corresponde con aquellos casos en los que de forma inequívoca los médicos forenses pudieron concluir que esa persona se había quitado la vida. Pero el número de casos todavía podría ser algo mayor. Y eso porque en ciertas ocasiones los profesionales se encuentran con supuestos que arrojan sospechas pero en los que no es posible certificar que esa muerte fue autoinfligida, calificándose por ello como accidental. Como ciertos casos de caídas al vacío o ahogamientos, según señalan los expertos.

La problemática de los suicidios se deja notar en toda la comunidad gallega. "La cifra de suicidios en Galicia en estos últimos cinco años nunca bajó de los 300 casos", se señala al respecto en la memoria del Imelga. El año pasado este tipo de fallecimientos aumentaron en todas las provincias -en la de Pontevedra prácticamente un 20 %- excepto en la de Lugo. La provincia de A Coruña es la que registra más casos, la mitad de los que se producen en todo el territorio gallego.

El citado informe concreta la tasa de suicidio -casos por 100.000 habitantes, excluidos los menores de 5 años-. En la provincia pontevedresa ese registro es de 10,8. Es ligeramente mayor en Ourense -11, 46- y ya más elevado en A Coruña -16,65-. El territorio con una tasa más baja teniendo en cuenta los datos del pasado ejercicio es el de Lugo, al situarse en 10,13.