Julio es sinónimo de playa, vacaciones y también de rebajas. Los comercios de la ciudad engalanan sus escaparates con luminosos carteles en los que anuncian importantes descuentos en su interior. La campaña de verano es una de las más importantes del curso para las tiendas viguesas, que notan un pico en sus ventas. Los comerciantes cifran en casi un 10% el incremento de la facturación de este año respecto a las primeras semanas de julio de 2016. "Notamos un apreciable aumento de ingresos y es para estar muy satisfechos. El verano pasado ya mejoramos los números y seguir creciendo es muy positivo para el comercio y para toda la ciudad", apunta Enrique Núñez, gerente de Centro Príncipe.

La presente campaña, con descuentos que en algunos locales alcanzan el 70%, pretende dar salida al excedente de mercancía que acumulan los negocios de otras temporadas y ayudar a cuadrar sus cuentas tras el primer semestre. Los bajos precios hacen que muchos establecimientos de la ciudad refuercen sus plantillas durante el verano. "En los locales de Príncipe y Urzáiz hay trabajando alrededor de 1.000 personas a lo largo del año y en la temporada estival se incrementa el personal en un 10%, apunta Núñez, quien añade que "estas contrataciones son buenas para incentivar el consumo y muchos de los nuevos empleados logran quedarse más tiempo del que inicialmente firman".

Desde la Federación Comerciantes de Vigo (Fecovi) también confirman un incremento en la facturación de sus negocios asociados. "Parece que la gente ya le ha perdido el miedo a la crisis económica y se atreve a gastar más", apunta Víctor Fernández, su presidente, quien respalda los datos ofrecidos por otras asociaciones. "Podríamos cifrar el aumento en un 10%, lo que supone un alivio para todos los comerciantes locales", asegura.

La meteorología se convirtió, por momentos, en un aliado de los establecimientos de la urbe. Pese a la intensa ola de calor que alcanzó la ciudad durante algunos días del presente mes, las nubes han hecho acto de presencia en varias ocasiones. Fue precisamente en esas jornadas cuando las tiendas hicieron más caja. "Cuando hace calor la gente siempre acude a la playa y esos días son malos para los comercios. Sin embargo, cuando aparecen las nubes y baja un poco la temperatura la gente sale a pasear y aprovecha para comprar de golpe. En lugar de dividir sus adquisiciones en varios días las hacen todas en una tarde", apunta el gerente de Centro Príncipe.

La masiva llegada de turistas también dejó su impronta en el comercio local. Vigo recibe cada vez a más visitantes, sobre todo extranjeros, que suelen acudir a las diferentes tiendas. "Nosotros también vivimos del turismo y es muy importante el crecimiento que ha tenido la ciudad en este sentido porque nos deja dinero a nosotros", apunta Fernández.

Pese al incremento general de ventas no todas las asociaciones de la ciudad han obtenido grandes réditos en este inicio de rebajas. "Nosotros nos mantenemos estables. Algunos negocios han subido su facturación y otros la han bajado respecto a 2016", confirma Lucía Lema, presidente de la Asociación de Comerciantes de Teis. Su homóloga en Torrecedeira, Mariluz Álvarez, lamenta un "bajón" durante el inicio de los descuentos de verano tras una "gran" campaña los meses previos. "Nosotros no estamos cumpliendo las expectativas", sentencia.

La buena tónica general, a la espera de ver como finaliza la temporada en agosto, alimenta las esperanzas de los empresarios locales. Los meses de diciembre y enero suelen ser los de mayor facturación durante el año y el constante crecimiento les hace ser optimistas. "Siempre esperamos que llegue el periodo navideño para hacer nuestro particular agosto, pero que suban las ventas en verano señala que estamos trabajando en la dirección correcta", apunta el presidente de Fecovi.