Los últimos datos del Ministerio de Hacienda revelan que todas las urbes gallegas a excepción de Lugo se sitúan por debajo de los treinta días de plazo que establece la normativa. El gobierno de la ciudad de las murallas es el único que incumple este compromiso al ver empeoradas sus cifras en este último trimestre y disparar su demora hasta los 105 días frente a los 67 con los que arrancó el ejercicio 2017. Pontevedra también empeora ligeramente sus cifras, pero aún así abona sus facturas en 6,95 jornadas y se sitúa en segunda posición por detrás de Vigo. Ourense experimenta una importante mejoría al pasar de 26 días a 19 y Santiago y a Coruña también aceleraron el pago de obras y servicios y se sitúan en 23 y 26 jornadas, respectivamente. El periodo medio de pago en España en este mismo periodo era de dos meses, por lo que todas las urbes gallegas lo mejoran a excepción de Lugo. De Ferrol no se aportan datos.

Diputación de Pontevedra

El informe estatal también ofrece datos sobre las finanzas de las diputaciones y sitúa a la de Pontevedra como la más cumplidora con sus proveedores. Repite el balance de hace justo un año al abonar sus recibos diez días antes de que empiece a computar el plazo legal, casi al mismo nivel que el Concello de Vigo. En abril realizó pagos por valor de 2,1 millones, un volumen similar al de la Diputación de A Coruña, que paga en una jornada sobre el plazo. La Diputación de Ourense tarda 9 días y es la de Lugo la que arroja peores resultados con 40 días de media para hacer frente a sus obligaciones.