El nuevo grado de Ingeniería Biomédica echa andar con el respaldo inicial del Chuvi, que ha participado de forma directa en la elaboración del plan de estudios, y también de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), como representante del sector en nuestro país. De esta forma, los alumnos que se matriculen en esta carrera interdisciplinar tendrán aseguradas las prácticas externas en empresas y también en los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro, que acogerán desde 2019, cuando se implante el 2º curso, la docencia teórica y clínica de materias relacionadas con las patologías médico-quirúrgicas, así como la ingeniería y la tecnología hospitalaria.

La Escuela de Ingeniería Industrial, en colaboración con Telecomunicación, Biología y Química, lleva un año trabajando en esta titulación, aunque la primera demanda para implantarla ya surgió en 2011 desde el Consello Social de la Universidad apoyándose en el potencial tecnológico y científico del campus vigués. Tras la aprobación de la memoria del grado en el Consello de Goberno celebrado este miércoles, la Xunta deberá ahora dar su visto bueno para que la carrera pueda estrenarse en 2018 con 50 plazas.

"Desde la escuela estamos muy agradecidos al Sergas y a Fenin porque su colaboración ha sido siempre positiva y con vocación de sumar. Ha sido un acierto contar con ellos desde el principio", reconoce Juan Pou, director de Industriales hasta el pasado junio y coordinador del título.

Gracias a esta cooperación, varios servicios y áreas del Chuvi se implicarán en las clases teóricas y en las prácticas: Laboratorios, Diagnóstico por imagen, Radioterapia con aceleradores lineales, Pruebas funcionales, Digestivo, Urología y Neumología, Cardiología, Críticos, Quirófano, Nefrología, Farmacia, Otorrinolaringología, Oftalmología, Ginecología, Anestesia, Informática y Mantenimiento.

El nuevo grado compartirá el primer año de formación básica con los otros 6 que imparte Industriales, de forma que reforzará la oferta del centro, haciéndola más atractiva y permitiendo que los alumnos puedan cambiarse de especialidad. Además facilitará que se establezcan dobles grados.

La elaboración del plan de estudios ha tenido en cuenta las directrices del organismo norteamericano que acredita la calidad de la educación en ingeniería de sus universidades (ABET) y del proyecto europeo Biomedea, que fija las características de los grados y másteres vinculados a la Ingeniería Biomédica.

Los futuros estudiantes tendrán que cursar 240 créditos, de los que más de la mitad corresponden a cuatro áreas: fundamentos médicos y biológicos, contenido básico de Ingeniería Biomédica, materias optativas vinculadas a esta disciplina, trabajo fin de grado y prácticas externas. El plan de estudios también incluye asignaturas de Matemáticas, Ciencias Naturales y Fundamentos de la Ingeniería -orientados a la biomedicina-.

La salidas profesionales están vinculadas a las principales actividades que, según la UE, requieren de estos especialistas y se ofertarán dos intensificaciones desde 3º para cubrir la mayoría de ellas: Biotech, enfocada al ámbito industrial, y Biomec, centrado en el sanitario.

Los alumnos que elijan la primera ruta se especializarán en electrónica, tratamiento de la información hospitalaria, y control y señales en biomedicina. La memoria del título señala que el elevado volumen de exportaciones del sector de las tecnologías médicas en España -que pasó de 764 millones de euros en 2001 a 1.419 en 2015- revela la existencia de una industria "muy dinámica" cuya evolución está ligada a la existencia de "personal adecuadamente preparado".

Esta realidad, unida a las garantías de calidad y seguridad que impone la UE, hacen "imprescindible" contar con estos profesionales como responsables de producción y en los departamentos de I+D de las empresas, así como trabajando de comerciales que pongan en servicio los equipos y productos y formen al personal sanitario.

La intensificación Biomec se vincula a la implantología, biomecánica, biomateriales y equipamiento. Aunque los hospitales disponen de las tecnologías más avanzadas, son pocos lo que cuentan con personal técnico especializado y su presencia permitiría desarrollar políticas más adecuadas.