Un total de 144.274 personas están llamadas a participar en el programa de detección precoz de cáncer colorrectal. Se trata de la población del área de edades comprendidas entre los 50 y los 69 años, los que presentan mayor riesgo y el Sergas calcula que se hallarán unos 294 casos lo que supone un 0,4 por ciento del total de participantes, que se prevé que sea algo menos de la mitad de los citados (47,32 %).

En la primera fase de implantación del programa, presentado ayer en el hospital Álvaro Cunqueiro, se ha citado ya a 3.000 personas, a las que se les remite una carta donde se explica el contenido del programa y los pasos a realizar. El programa también incluye a la población de Povisa para la que las pruebas también se harán en el Chuvi.

En los casos en los que la invitación se acepta, respondiendo a la misma por carta o teléfono, se remite posteriormente un kit para la realización del test a través de una muesta de heces para detectar sangre oculta muy sencilla y para la que se dan las correspondientes instrucciones. Esa muestra se depositará en buzones especialmente habilitados en los centros de salud del área para su posterior análisis. Si el resultado es negativo el paciente recibirá una nueva invitación para realizar la prueba de nuevo pasados dos años y si es positivo se le da una cita en el centro de salud donde se propondrá la realización de una colonoscopia, en la que entrarían el resto de servicios implicados en el programa: Digestivo para realizar la prueba y Anatomía Patológica para procesar las muestras obtenidas. La tasa de resultados positivos tras la primera prueba del cribado (test SOH) es del 6,71 por ciento con un mayor porcentaje en hombres (8,54%) que en mujeres (5,33 por ciento).

Tras la colonoscopia de cribado, de nuevo se abren varias posibilidades entre las que se encuentra la detección de adenomas, que es cuando se realiza un seguimiento específico del que también se informa por carta. Además, si existe una alta sospecha de cáncer colorrectal en la colonoscopia se cita al paciente desde la propia unidad y si el diagnóstico es que padece el cáncer, el paciente ya es citado para completar el estudio y ser valorado en un comité en el que se proipondrá un plan terapéutico adaptado a cada caso.

Según el Sergas, en un porcentaje importante de los casos la propia colonoscopia de cribado permite detectar lesiones en estadios precoces, lo que permite un manejo terapéutico de mucho menor pronóstico que si esa misma lesión no se detecta y evoluciona desfavorablemente.