La población de caballitos y peces pipa de Cíes atrae a estudiantes de todo el país y también a extranjeros que se estrenan como científicos en los envidiables fondos del parque nacional Islas Atlánticas. Una de las integrantes de esta plantilla de investigadores en formación es la ilerdense María Arpa, que presentó recientemente en Gante los resultados de su trabajo fin de máster realizado dentro del proyecto Hippoparques. Recaló en el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC tras su paso por las universidades de Algarve y Oviedo y unas prácticas en Madeira dentro del programa Erasmus Mundus.
"Busqué por todo el mundo y sus estudios me parecieron muy interesantes. Es un lujo investigar en Cíes y el grupo es muy familiar, había otros tres estudiantes y todos nos ayudábamos", destaca esta graduada en Biología Ambiental por la Autónoma de Barcelona que presentó sus conclusiones junto a otros jóvenes de Bélgica, Alemania, Irlanda o California. Y su trabajo, con algunos más de los defendidos, obtuvo la segunda mejor calificación.
Durante su estancia de seis meses en Vigo, Arpa participó en varias inmersiones y para la tesis de máster, tutelada por Miquel Planas, el responsable de Hippoparques, analizó los datos obtenidos en primavera y verano de 2016, cuando, al contrario de lo ocurrido este año, solamente fueron avistadas dos especies: el pez pipa Syngnathus acus y el caballito narizón Hippocampus guttulatus.
"Los 29 ejemplares observados se encuentran en la zona media del archipiélago y a poca profundidad, entre 1 y 10 metros. Viven en fondos de sustratos rocosos rodeados de arena y asociados a macroalgas, sobre todo, Codium. Pero también se encontraron varias especies invasoras, como la Asparagosis, que está muy extendida, y cuyos efectos sobre los signátidos todavía se desconocen. Algunos estudios mantienen que si hay más algas los peces pipa y los caballitos se pueden ocultar mejor, pero en el sur de Cíes, donde se registran muchas invasoras, no se encontraron ejemplares", plantea.
Los estudios de Investigaciones Marinas culminarán en 2018 con el primer censo de signátidos del archipiélago y aportarán detalles de gran importancia sobre el hábitat que ocupan y su dieta, una información clave para poder desarrollar medidas de protección.
Los ejemplares localizados durante el año inicial del proyecto sorprenden por su gran tamaño. "Son mucho mayores que los avistados en otros estudios realizados en Croacia, Turquía o Grecia y esto indica que Cíes podría ser un área de reproducción y, por tanto, una zona a proteger", añade Arpa.
No se encontraron individuos de tamaño mediano y bajo y, aunque es posible que los ejemplares más pequeños sean desplazados por las corrientes, el hecho de que se observasen más signátidos durante la época de cría -de hecho, todos los machos de acus localizados en primavera estaban embarazados- apuntala la primera hipótesis.
La dieta se determina a partir del análisis de isótopos estables, una técnica que solo precisa de una pequeña muestra de tejido de la aleta dorsal que se regenera al cabo de varias semanas. Los primeros resultados demuestran que los signátidos eligen a sus presas según el tipo de hábitat en el que viven, pero los estudios que se realizan este año, que también incluyen análisis de zooplancton, arrojarán más luz.
"En general se alimentan de pequeños crustáceos como isópodos y anfípodos, y también hay diferencias entre los juveniles y adultos. El nombre de signátido significa mandíbula fusionada y, por tanto, las presas tienen que adaptarse al tamaño de su boca porque las succionan intactas", explica.
"La alimentación es diferente según la zona en la que viven los ejemplares, ya que hay más abundancia de unas u otras especies, pero esto también hay que seguir investigándolo", añade.
Los estudios del grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces del IIM en Cíes están revelando nuevos datos sobre los signátidos y algunos de ellos matizan ciertas creencias, por ejemplo, la de su escasa movilidad. "Durante los muestreos de esta primavera, el equipo de Planas localizó a una hembra de pez pipa a 1,4 kilómetros del lugar en el que la habían avistado el día anterior", revela Arpa.
El proyecto Hippoparques, financiado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, cuenta con la colaboración de investigadores de las tres universidades gallegas para analizar los sedimentos (Vigo) y las comunidades vegetales asociadas a los signátidos (A Coruña), así como para la realización de estudios genéticos (Santiago). Además, los investigadores del IIM están elaborando un documental sobre signátidos con apoyo del Fecyt.
