La historia del Centro Tecnológico Aimen es la historia de la industria gallega. Nació por la pura necesidad de dos sectores clave para la economía viguesa, como la construcción naval y la industria de la automoción, y por el empeño y la pasión de un grupo de industriales y visionarios como Manuel Sanjurjo y Armando Priegue, quien fue su director entre 1967 y 1995.

Lo que empezó como una delegación en Vigo del Centro de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM) de Madrid, como un pequeño laboratorio en los bajos de la antigua Escuela de Peritos, es hoy un potente polo de innovación de referencia internacional con dos centros y 220 profesionales de alta cualificación y más de 700 clientes de sectores como la automoción, la construcción naval, la aeronáutica y las energías.

Al igual que la industria, Aimen ha evolucionado tanto en infraestructura como en capital humano. En la actualidad, la entidad cuenta con dos centros en Porriño con más de 9.000 metros cuadrados de instalaciones científico-tecnológicas dotadas de equipamiento singular y de vanguardia, y desde donde exporta conocimiento y tecnología desarrollada a través de su actividad de I+D+i y presta servicios a más de 700 empresas de los principales sectores industriales.

Presencia internacional

En la medida en que fue creciendo también ha ido ampliando sus mercados geográficos de actuación y su red de colaboradores. Hoy en día, Aimen tiene presencia internacional en más de 25 países, entre los que destacan, España, Francia, Portugal, Estados Unidos, Uruguay, India, Dinamarca, Noruega, Alemania, Países Bajos, Suecia, Andorra y Brasil.