Al menos una vez al día la Policía Local de Vigo se encarga de llevar a cabo un servicio humanitario, ya sea por una caída en la vía pública o por la asistencia a una persona mayor en un domicilio o a otra que ha salido de su casa y no sabe cómo regresar. Solo el año pasado se contabilizaron en la estadística un total de 320 casos de este tipo aunque fuentes policiales remarcan que una buena parte de las actuaciones, más del doble, no se reflejan en los informes al ser trámites que se solucionan en apenas minutos ya que los agentes son requeridos en la vía pública y no hay aviso previo a la central y no es necesaria la intervención de los servicios de emergencias.

Las personas mayores ocupan el grueso de los servicios humanitarios, con más de medio centenar de avisos el año pasado por personas que se habían perdido, extraviado o se encontraban desorientadas. Mientras tanto, más de un centenar de avisos fueron por urgencias médicas en la calle como ataques epilépticos, desmayos o cuadros de ansiedad, entre otros problemas de salud y a caídas en la vía pública.

Otras ochenta son asistencias domiciliarias de todo tipo, entre las que se encuentra la atención a personas desvalidas que son incapaces de levantarse de la cama o que se han caído en la bañera o en el suelo pero también hay intervenciones de personas que se han quedado atrapadas en el baño (sobre todo niños) o en el balcón y no pueden regresar a la vivienda. Los policías locales también acudieron a avisos para rescatar a personas encerradas en ascensores y en garajes,a dos niños atrapados dentro de vehículos o a una niña con el dedo atrapado en un desagüe, por ejemplo.

"A las personas mayores les da mucha vergüenza pero forma parte de nuestro trabajo e intentamos quitar importancia a lo ocurrido bromeando con ellos para que no pasen un mal rato. No es agradable tener que pedir ayuda para levantarse de la cama", aseveran las mismas fuentes.

Los servicios humanitarios, no obstante, no solo incluyen intervenciones en las que se pide auxilio ya que los agentes también actúan en asistencias a personas ebrias (23 el año pasado), ya sea porque se encuentran en coma etílico o porque se muestran agresivos bajo la influencia del alcohol. Asimismo, las personas con problemas psiquiátricos protagonizaron una treintena de intervenciones el año pasado de todo tipo,desde fugas de centros de salud hasta intentos de autolesión o tentativas de suicidio o casos con el síndrome de Diógenes.

Los servicios humanitarios incluyeron además la atención a indigentes, a personas que no tenían donde dormir, a una persona en huelga de hambre que vivía en su vehículo y a otra que habitaba un trastero, entre otras actuaciones.