El Círculo de Empresarios de Galicia celebra mañana sus bodas de plata con la visita del Rey Felipe VI a su sede en Vigo. La organización, que nació en 1992 primero como club financiero y luego mutó en asociación, ha aprovechado este cuarto de siglo para convertirse en un referente y en altavoz de las inquietudes y necesidades empresariales de Galicia. FARO ha reunido a los seis presidentes en los 25 años de historia del Círculo (José Manuel Fernández Alvariño, Ángel López Soto, Juan Güell, Jaime Borrás, Marcelino Otero y Javier Garrido) para que analicen el pasado, presente y futuro de la asociación.

Los seis coinciden en la revolución que representó en su momento la constitución del club, como punto de encuentro "transversal" de empresarios de diferentes sectores, y en el momento "excepcional" que atraviesa hoy la asociación después de superar una de las crisis económicas más profundas de la historia, que mermó considerablemente su número de asociados e ingresos, y de resolver sus dificultades societarias. Hoy, el Círculo de Empresarios de Galicia cuenta con 470 socios que suman una facturación de unos 15.000 millones de euros anuales. La asociación forma parte del Grupo Economía y Sociedad, junto con otras organizaciones análogas (círculos de empresarios y círculos de economía) de Madrid, Barcelona, País Vasco, Mallorca, Andalucía, Comunidad Valenciana y Navarra). Además, promovió y forma parte del Círculo Financiero de Galicia, con los clubes financieros de A Coruña y Santiago.

Los mandatos

Los seis presidentes desde su fundación son: José Manuel Fernández Alvariño (desde su constitución hasta 2001), Ángel López Soto (2001-2004), Juan Ramón Güell Cancela (2004-2007), Jaime Borrás Sanjurjo (2007-2010), Marcelino Otero (2010-2013), Javier Garrido Valenzuela (2013-2015) y de nuevo Juan Ramón Güell (desde 2015 hasta la actualidad).

Juan Ramón Güell Cancela

"Este año cerraremos con el mejor resultado de nuestra historia"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

El Círculo cambió completamente las reglas de juego. Sobre todo en un entorno como el de Vigo, donde el empresariado estaba muy acostumbrado a competir. El club lo que vino es a fijar las ventajas de ser cooperativo, nos dio una interrelación que propició oportunidades de negocio. Y nos dio una voz para trasladar necesidades e intranquilidades que pudiésemos tener.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

Espero que el momento más trascendente sea el próximo lunes (mañana). Porque hemos salido de una crisis durísima de diez años; interna, la del club, y global, de todo el empresariado gallego. El Círculo cerrará este año probablemente uno de sus mejores años económicos de su historia, y la presencia del Rey es casi como un punto de inflexión. Es un reconocimiento externo.

¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

Vivimos uno de los momentos más dulces. La organización tuvo unos comienzos muy buenos, se hizo un trabajo excelente. Los fundadores sacaron de la nada un concepto que no existía, con la presidencia de Ángel (López Soto) se puso esto en valor, se le dio un contenido mucho más allá de un club vigués para ser un referente en Galicia. Pero después los que hemos venido detrás hemos tenido que lidiar con una situación económica mucho más complicada. Hemos aguantado mientras otras instituciones desaparecían y ahora vivimos un momento extraordinariamente dulce. Nuestras opiniones son valoradas, escuchadas. Nuestros documentos siguen teniendo un peso muy grande. Y en la parte económica, parece que ya hemos superado la crisis.¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

Creo que tenemos que ser cada vez más un eje para Galicia. Hemos sido una institución con un peso grande en Vigo y en Ourense, pero hay que seguir trabajando, es una obligación. Tenemos que ayudar a vertebrar este concepto para toda Galicia. Hacer partícipes a otros. Todo lo que sea imbricarse con el resto de Galicia y España es positivo. Sin olvidarnos de que debemos seguir dando unos excelentes servicios a nuestros socios que son nuestra razón de ser.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

La digitalización. Se avecinan cambios de enorme magnitud. Desaparecerán trabajos de toda la vida y aparecerán otros completamente nuevos. Las empresas están condenadas a transformarse. El que no sea competitivo desaparecerá. Y en Galicia, el gran reto es la demografía. Tenemos que atraer a una generación nueva con talento, por lo tanto hay que venderse. Galicia es de los mejores sitios para vivir, pero tenemos el secreto bien guardado.

José Manuel Fernández Alvariño

"Otras organizaciones han caído por falta de contenido y de unión"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

Tengo que situarme en el año 92, en medio de una crisis profunda, cuando logramos vender una ilusión: la unión empresarial y una imagen moderna de Vigo. Somos una potencia económica, la ciudad de la pura economía de Galicia, digan lo que digan por ahí. Asumimos el liderazgo económico. Ese año mi padre y yo constituimos una sociedad. Tengo mucho que agradecer a mi primera junta directiva, a mi padre, porque supo ver el futuro; a Pedro Fernández (Ifer), por permitirme comprar este edificio en las condiciones en las que lo hice€ Y también a Julio Fernández Gayoso, que se portó magníficamente con este club. Y a partir de ahí a esos cien primeros empresarios, que fueron los que pusieron 2,6 millones de pesetas cada uno para fundar el Círculo. Imagen, unión empresarial y transversalidad. Son los conceptos sobre los que basamos este proyecto.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

Para mí, seguir viviendo 25 años, que no es fácil. Yo, que fui presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, de la de Pontevedra, de todos los concesionarios del Grupo Seat, Audi y Volkswagen en España, he visto cómo se han caído otras organizaciones. ¿Por qué? Porque no tenían contenido y sobre todo porque no había unión empresarial. El Círculo ocupa un espacio que debe de ocupar.

¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

Increíble. Cuando en el año 92 diseñamos este club no previmos sinceramente el éxito brutal que ha tenido. Primero por la gestión. Si no se enamora, nadie se engancha. Yo todos los días me enamoro primero a mí mismo para seguir adelante, después a mi mujer y luego a los 150 colaboradores que tengo en la empresa. Mi enhorabuena porque estamos en el máximo nivel. Hemos pasado una crisis, ¿y? Eso nos ha fortalecido todavía más. En esa etapa han caído otras asociaciones importantísimas y nosotros seguimos aquí, con estabilidad y empujando hacia arriba.

¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

Otros 25 años más. Por supuesto diversificando, siendo plural, aglutinando, conformando€ Hay un reto que es el norte de Portugal, es fundamental. Estamos en una eurorregión reconocida en Europa cuya capital es Vigo, y no soy localista, y dentro de Vigo está el Círculo.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

El norte de Portugal, las nuevas tecnologías, el envejecimiento€ Mi padre murió con 98 años, yo espero vivir hasta los 108, y mis nietos vivirán hasta los 125 o 130. Hay un problema grave. Tenemos un gobierno estable, hay que aprovecharlo y demandar a la Administración por el bien de Galicia.

Ángel López Soto

"Antes cada empresa iba a lo suyo, éramos unos desconocidos"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

La sociedad gallega necesitaba este club. Somos individualistas, y empresarialmente, más. En aquel entonces cada empresario iba a lo suyo, ni sectorialmente estábamos unidos. Para mí la idea era magnífica porque trataba de minar ese individualismo. Al principio era vernos, conocernos. Éramos unos perfectos desconocidos. El club tuvo desde el principio esa ideología y me uní rápidamente a él. Para mí fue fundamental y lo sigue siendo. En mi época de presidente, mi mayor aspiración era conocer nuevos empresarios. Fue muy enriquecedor.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

La constitución del círculo. Pero hubo otros. Por ejemplo, el celebrar cada año el aniversario del club, donde no se cabía de tanto empresario que asistía. Para mí todos esos años, esas celebraciones€ Y conseguir una gran cantidad de conferenciantes. Otro logro importante fueron los foros de opinión. La creación de los foros nos dio a conocer. Los anuarios, en los que se detallaba quién era quién en las empresas. Llegó un momento en que las autoridades se sintieron obligadas a venir al club por el peso que tenía.

¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

A nivel de optimismo, lo veo ahora como al principio, en los cinco o seis primeros años del club. Hubo un momento de crisis en el nos hemos venido un poco todos abajo, pero lo que ha pasado es que el Círculo tenía unas buenas raíces, y gracias a ellas, hemos podido rebrotar con fuerza. La idea era tan buena, con unas raíces tan profundas, que hemos sido capaces de volver. Y lo que se está haciendo ahora me parece magnífico. Todas las convocatorias que se están realizando, todas acertadas€ Al principio, cuando empezamos, rezabas para que a una convocatoria acudiesen veinte personas, pero ahora hay tanta asistencia porque lo que se está tratando interesa. Hay respuesta porque hay buen contenido.

¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

Para mí consolidarse. No dar pasos atrás y digamos consolidar también esa expansión al resto de Galicia. Y conservar y defender la imagen del club. La imagen del círculo es como un jarrón: en el momento en que se rompa será el principio del fin. Una prueba es que el Rey de España no va a cualquier parte, sino a entidades que tienen un prestigio.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

La modernización de las empresas. Esta globalización, llevarla bien€ Hay mucha empresa que ya tiene una cierta edad, hay nuevas generaciones que tienen que entrar. Hay que crecer a nivel de sectores. Es un reto que Galicia tiene que conseguir.

Jaime Borrás Sanjurjo

"Las bases del club se están recimentando de manera exitosa"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

El primer momento de creación del club me parece una intuición fantástica por parte de José Manuel (Fernández Alvariño). Él probablemente no podría imaginar todo lo que ha venido después y lo que iba a ser esto. El Círculo, que nació como un foro que genera opinión empresarial, es una institución que no había otra igual en Galicia, no hay muchas en España, salvo los círculos de economía€ Nuevamente Vigo, que siempre genera esas novedades y esa frescura en los desarrollos, ha sido pionero y líder.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

El momento más crucial en la época en la que estuve aquí fue la crisis. Entre 2007 y 2010 cae lo que cae, viene toda la crisis. Aunque la pérdida de socios tardase un poco más. Galicia siempre es más lenta en las recuperaciones y en las caídas. Hubo otros momentos mejores, como la visita de su Alteza, entonces Príncipe, al decimoquinto aniversario, que fue un espaldarazo a la labor del club. La puesta en marcha del cartel que está en la puerta, del Círculo de Empresarios de Galicia, también fue una aportación importante, cambiando la idea de lo que era un club financiero a un círculo empresarial de ámbito gallego. Y nos tocó otra etapa dura que fue la fusión de las cajas, que generó muchas tensiones. Tengo que reconocer que tanto la junta como todos los miembros apoyaron sin fisuras la postura oficial que mantuvimos de no a la fusión.

¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

Después de una situación dramática de pérdida de socios y caída de ingresos, lentamente, se está volviendo a recuperar, lo cual no es fácil. Pero se están recimentando las bases del Círculo de manera exitosa.

¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

Los retos siguen siendo profundizar en el que la sociedad civil y empresarial sea escuchada. España es una democracia muy joven, los que viajamos mucho lo percibimos. En otros países los políticos, antes de tomar una decisión, preguntan a las asociaciones empresariales, deportivas€ Aquí la filosofía de un político es diferente, no son public servers (servidores públicos) nos quieren llevar casi al concepto de súbditos, pero no es culpa suya, sino de la maduración de una sociedad.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

Hay uno que es tremendo, que como no lo abordemos caemos en un problemón, que es el envejecimiento. Es tan terrible que dentro de poco dos activos van a pagar a un pasivo, y eso es insostenible. Es el principio del fin, ni puede sostenerse el sistema de pensiones ni una economía fresca y viva. Es un problema que tenemos que abordar porque de lo contrario no podremos resistir.

Marcelino Otero

"Tenemos un desafío: mejorar la reputación de los empresarios"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

El Círculo ha sido un referente de opinión. Ha tenido como cuatro partes diferenciadas: una, el hecho histórico de su propia creación, porque poner de acuerdo a la gente en Galicia no es una cosa fácil, y pedirle dinero para constituir un club era todo un desafío. Luego vino un claro periodo de influencer, la pretensión de ser lobby, de actuar como tal. Los últimos años apareció otro periodo que es el club como herramienta para trabajar en networking, lo que contribuye a que haya negocios. Y nos queda una nueva fase por venir, que tiene que ver con el mundo reputacional. El problema más importante que tenemos las empresas es la reputación. La acreditación y la reputación. Ser miembro del Círculo tiene que dar un plus frente a los demás, sin entrar en elitismos, pero tiene que ser un indicador de cierto prestigio.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

La constitución del club. Cuando una comunidad de vecinos no es capaz de reunirse, ¿vas a reunir a los empresarios el entorno de manera transversal? Los empresarios suelen reunirse de manera vertical, los inmobiliarios, los de la pesca congelada, los de la madera... Pero de manera transversal, que afecte a todos los sectores económicos, no hay tantas instituciones. Es muy importante para la economía.

¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

El momento es dulce. Es obvio que estamos superando todas las dificultades financieras que la crisis nos ha deparado, toda la problemática de la estructura societaria del club, que ahora se está poniendo en orden, tanto la asociación como la sociedad anónima propietaria de las instalaciones€ Estamos en un momento societario bueno, con un poder de convocatoria envidiable. Ayer mismo se presentó un fondo de capital riesgo y había sesenta o setenta personas interesadas en el tema.

¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

La reputación. El Círculo tiene un gran desafío, que es mejorar la reputación del empresario ante la sociedad. La sociedad tiene que ver a los empresarios como una bendición, porque son los que aportan riqueza, puestos de trabajo, dinamismo económico€ No como millonarios. No podemos pensar que el Estado lo haría todo. Es esencial para una sociedad la existencia del empresario.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

A tenor de lo que indican las cifras macroeconómicas, hay una tendencia de mejora del PIB. La transformación digital, la nueva definición de los puestos de trabajo, que es una cosa que sí me preocupa; la estructura demográfica de Galicia, que es un problema que debemos resolver entre todos.

Javier Garrido Valenzuela

"Administraciones y sociedad escuchan nuestra opinión"

¿Qué ha aportado el Círculo en estos 25 años a la empresa y la economía gallegas?

Soy un firme creyente, como lo demuestra mi participación en otro tipo de estructuras de la sociedad civil y empresariales, de que una institución como el Círculo de Empresarios de Galicia tiene una importancia máxima. El papel que ha venido a desempeñar, que es el de ser escuchado, con una opinión que ha sido hablada, discutida, comentada... es relevante. Es lo que hemos conseguido partiendo de esa maravillosa idea que tuvo Fernández Alvariño en su día.

¿Cuál fue para usted el momento más trascendente de ese cuarto de siglo?

Todos aquellos que han sido importantes para la economía gallega. Desde el punto de vista de la organización del club, le doy relevancia al cambio de nomenclatura, el pasar a ser Círculo de Empresarios de Galicia; no solo por el cambio en sí, sino porque eso nos hizo ver todo el entorno que nos afecta desde una perspectiva más amplia. La reflexión de la que parte el Círculo, de que ya no solo compiten las empresas, sino los territorios, es clave. Nuestro ámbito natural es Galicia. Ese enfoque de no hablar solo de nosotros mismos, del sur de Galicia, ha sido muy importante.¿Cómo valora el momento actual de la asociación?

Como dice Juan Güell, el Círculo está en un momento interesantísimo. Sin duda gracias a la labor de mis antecesores y después nuevamente de Juan Güell, el club ha conseguido ser un referente, con una opinión que no es de las que se puedan no tener en consideración. En cualquier tema económico y empresarial, una opinión del club debe ser tenida en cuenta tanto por las administraciones como por la sociedad civil en general. Ésta es precisamente la razón de ser del Círculo.

¿Cuáles son a su juicio los retos de futuro de la organización?

Los retos son los de mantener la situación actual, ese momento dulce que estamos teniendo. Seguir siendo rigurosos con las opiniones que de aquí salgan, que sean producto de discusiones y debates, y que ésta sigan siendo tenidas en cuenta. Para mí lo más importante es continuar con esta labor y que cada vez más empresarios se animen a incorporarse en esta estructura, bien sea desde el Círculo en Vigo o de los otros clubs en Galicia.

¿A qué desafíos afronta la economía de Galicia en los próximos años?

Todos aquellos sobre los que el Círculo ya ha expresado una preocupación recurrente durante estos años. Todo lo que afecte a la economía vinculada a nuestro territorio, la innovación, la internacionalización, la propia realidad de nuestro territorio, el problema demográfico, generar actividad económica en las zonas despobladas€ Las comunicaciones.