Dos años de prisión como presuntos autores de un delito de desordenes públicos. Esta es la pena que solicita la Fiscalía para ocho jóvenes acusados de los graves altercados ocurridos en febrero de 2014 durante una protesta estudiantil en Vigo que se enmarcaba dentro de una jornada de huelga en toda Galicia contra la entonces conocida como Ley Wert y los recortes en la educación pública. El Ministerio Público considera que los imputados que ahora se tendrán que sentar en el banquillo, "actuando en grupo y conjuntamente con más personas", volcaron contenedores y lanzaron petardos, piedras y botellas contra distintas entidades bancarias y contra la fachada del edificio de la Delegación de la Xunta en la praza da Estrela. Varios policías nacionales, concreta, resultaron además heridos. El juicio, al que están citados un elevado número de testigos, está señalado para este lunes en el Juzgado de lo Penal número 3 de la ciudad olívica.

Todo ocurrió en torno a las doce del mediodía del 20 de febrero de 2014. La manifestación, que había sido convocada por la Liga Estudiantil Gallega, Agir y Comités Abertos, partió de la praza de América -con destino a la sede oficial de la Xunta en Vigo- bajo el lema "Em pé por um ensino público galego". Según relata la Fiscalía, la protesta se desarrolló "en un inicio" con normalidad, pero al llegar a la calle Urzáiz, en pleno centro, comenzaron los disturbios. Fue allí donde varios asistentes entre los que presuntamente se encontraban los ocho acusados - "actuando en grupo, conjuntamente con otras personas y con la finalidad de atentar contra la paz pública y la pacífica convivencia", concreta- comenzaron a "volcar contenedores, lanzar petardos y tirar piedras a distintas entidades bancarias" .

Identificaciones

Ya en la praza da Estrela, la fiscal señala que siguieron arrojando botellas, piedras y objetos contundentes contra la fachada de la Delegación de la Xunta, que sufrió daños, al igual que los bancos. También se lanzaron objetos contra agentes que formaban parte del dispositivo policial, resultando varios de ellos heridos. Según la información publicada entonces, ocho efectivos sufrieron lesiones de diversa consideración. Tras aquella protesta, fue detenido un joven e identificadas otras 75 personas -20 de ellas menores- en relación con los altercados. La Policía Nacional atribuyó entonces los disturbios a un "reducido grupo violento" que desvinculó del resto de la manifestación.