El Instituto Santa Irene no es un instituto cualquiera, sino que es uno de los edificios más emblemáticos de Vigo. Su arquitecto, Antonio Cominges Tapias (1897-1897), hizo un original diseño en forma de E con una gran torre central sobre la que cuelga un reloj, famoso por dar las campanadas de Fin de Año.

El proyecto se financió con el dinero que donó Policarpo Sanz tras morir, que tan solo puso dos condiciones: el instituto tenía que llevar el nombre de su esposa, Irene Ceballos, y debería ser gratuito para los niños de las familias pobre de Vigo. De este modo, y cumpliendo siempre su voluntad, el arquitecto Antonio Cominges diseñó la construcción que se inauguró en 1946.

El instituto, a pesar de que sufrió algunas reformas, mantuvo siempre la filosofía que Antonio Cominges le quiso especialmente sus grandes entradas de luz natural.