Vigo quiere estar a la vanguardia del coche autónomo. La ciudad, que ya a finales de 2015 hizo historia al convertirse en la primera urbe española por la que circuló un prototipo autónomo de la multinacional automovilística francesa Grupo PSA, volverá a ejercer de pista de pruebas para cuatro coches sin conductor el próximo verano. Los test, en coordinación con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), el Concello y la propia PSA, se desarrollarán en los principales viales de acceso a la ciudad (A52, AP9, A55 y VG20), la Avenida de Gran Vía y el parking subterráneo de Praza do Rei, que serán adaptados para tal fin.

Estas pruebas forman parte de un proyecto de la de la Comisión Europea (CE) bautizado como Autopilot (AUTOmated driving Progressed by Internet Of Things), que persigue avanzar en el desarrollo de los sistemas de conducción automatizada en entornos urbanos en aras de conseguir una mayor seguridad y eficiencia, y en el que participan 43 socios (empresas, instituciones, etc.) de distintos países. En España, además del CTAG y el Ayuntamiento de Vigo, colaboran la Fundación Centro de Tecnologías de Interacción Visual y Comunicaciones VICOMTECH (San Sebastián) y la sociedad Idiada Automotive Technology (Tarragona), con la que el CTAG ya tiene una alianza desde hace varios años.

La prueba piloto de Vigo se desarrollará en distintos entornos: el circuito de pruebas del CTAG en Porriño, el corredor SISCOGA tutelado por la Dirección General de Tráfico, la Avenida de Gran Vía y el parking de Praza do Rei. El corredor SISCOGA (Sistemas Cooperativos de Galicia), ya empleado en otros estudios de automoción como el CO-GISTICS (para optimizar el tráfico de mercancías), está compuesto por 110 kilómetros en viales como la AP9, la A52, el segundo cinturón (VG20) y la autovía a Porriño (A55), donde el CTAG, en colaboración con la DGT, tiene desplegadas 21 cámaras, 19 paneles informativos y diez estaciones meteorológicas de alta precisión, cada elemento interconectado por una red de cable de fibra óptica.

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Gran Vía representa un reto mayor por las 15 intersecciones que se tendrán que sensorificar (se instalarán sensores de carretera, servicios V2X basados en tecnología ITS-G5, etc.) para que estos vehículos sin conductor se muevan sin problemas entre el tráfico de la ciudad. "Previo a esto es necesario equipar vehículos y circuitos con la sensorización necesaria y realizar multitud de pruebas de circulación previas que se harán en las instalaciones del CTAG", explican fuentes del Concello, que apuntan que también se acondicionará el parking de Praza do Rei para que estos coches puedan circular por el interior del aparcamiento y estacionar en la plaza asignada sin la interacción de un ser humano.

Además de en Vigo, se realizarán ejercicios de circulación en Francia (Versailles Grand Parc), Finlandia, Italia, País Bajos y Corea del Sur. Cada socio pondrá a prueba los vehículos conectados en entornos urbanos reales para evaluar su comportamiento y los beneficios que puedan reportar desde el punto de vista tecnológico, económico y de seguridad. Autopilot cuenta con un presupuesto global de 25,4 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea aporta 19,9. El Grupo PSA colabora con 100.000 euros, el CTAG, con 337.312, y el Concello, con 52.000.