La víctima, en la actualidad de 20 años, relató ayer ante la juez la pesadilla vivida. "Las llamadas eran constantes; me encontraba con que un día por la mañana tenía 100 llamadas...", describe. También la integraron en grupos de WhatsApp de contenido sexual o publicaron comentarios con su nombre en internet en anuncios de la misma naturaleza. "Me telefonearon también por ese motivo", dijo a preguntas del fiscal.

El acoso se extendió a las redes sociales, hasta el punto de que eliminó sus cuentas y durante un tiempo no tuvo ningún perfil en estas webs. El hostigamiento empezó cuando aún salía con el ahora acusado. "Cuando estaba con él no recibía llamadas", contó. Fue la Policía Nacional quien le acabó diciendo que ese chico era el supuesto autor del hostigamiento. "Al principio de todo pensé en muchas personas, pero estaba claro que era alguien que me conocía, que tenía mucha información de mí", afirmó, añadiendo que su ex, tras la investigación policial, negó la autoría: "Se excusó diciendo que no era él ya que me quería".

El fin del noviazgo fue mucho antes de que acabase el acoso. "Él no se tomó muy bien la ruptura", declaró, añadiendo que por el hostigamiento no precisó tratamiento psicológico: "Intenté evadirme y seguir con mis estudios".