El gobierno local visitó ayer el inicio de los trabajos de retirada de la cubierta de Balaídos para conocer a pie de obra que el desmontaje de las once estructuras metálicas que protegen la grada se prolongará durante dos semanas. La primera se retiró el miércoles por la noche y la última se espera para finales de mes. Tienen un peso de entre cinco y 14 toneladas de peso y bajarlas con una inmensa grúa constituye la parte más sensible de un proyecto adjudicado a Copasa por 5,5 millones. "La grada estará operativa para el primer partido de Liga y concluida a final de año", aseguró Abel Caballero tras visitar el interior de la bancada, donde los operarios llevan cuatro meses lijando suelos y paredes, tirando los baños y desmontando todos los sistemas de cableado y los focos.

Una vez retirada la cubierta, se ensamblará la malla tubular que dará soporte a la nueva piel del coliseo celeste. Estos trabajos son incompatibles con la presencia de público en el estadio y deben concluirse antes de la reanudación del campeonato. La cubierta ondulada se colocará a final de verano y principios de otoño.