La creación de la Universidad de Vigo contribuyó a romper las estadísticas sobre el bajo número de jóvenes gallegos que estudiaban carreras en relación con la media española y europea. Durante sus primeros 25 años, tuvo que enfrentarse a "cambios profundos" y hasta entonces inéditos en nuestro país como la adaptación a Bolonia, que obligó a sustituir las antiguas licenciaturas y diplomaturas por los grados.

Durante este curso, la institución ofertó un total de 52 grados, 54 másteres y 38 titulaciones de primer y segundo ciclo a extinguir, pero a lo largo de su historia contó con hasta 253 titulaciones diferentes. En el periodo estudiado emitió un total de 82.230 títulos, ya que 9.700 personas de las casi 71.500 analizadas cursaron varios programas.

El rector señaló la importancia de estos estudios y del futuro Observatorio de Egresados: "Queremos que sepan de nosotros. Estimular la comunicación con ellos, que sean nuestros embajadores. Tenemos obsesión por que se nos vea como un agente de desarrollo local y éste es un elemento fundamental para mezclarnos con la sociedad".