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PP y Marea ven "lo más lógico y razonable" que Mouriño negocie con el Concello la concesión del estadio de Balaídos

► Garantizan su apoyo al acuerdo entre el club y el gobierno local a expensas de que se fijen los plazos y el canon que abonaría a la ciudad ► Muñoz, partidaria de que el equipo asuma el coste de la reforma de las dos gradas pendientes

Arranca el desmontaje de la cubierta de Río | Copasa inició ayer por la tarde el desmontaje de la cubierta de la grada de Río. Después de cuatro meses de trabajos interiores en las zonas comunes y los baños, la adjudicataria arrancó con la parte más sensible de la reforma que se prolongará durante varios días. Tiene que retirar la actual estructura y sustituirla por una malla metálica sobre la que se asentará la nueva cubierta ondulada idéntica a la que ya luce en Tribuna. La presencia de dos inmensas grúas obliga estos días a desviar el tráfico en la avenida de Citroën hacia las playas por Val Miñor y Olímpicos.

Unanimidad en la corporación viguesa sobre los beneficios de firmar la concesión de Balaídos con el Real Club Celta. El alcalde llamará en las próximas horas a su presidente para fijar una reunión que les permita avanzar en las condiciones de un acuerdo que busca garantizar la presencia del club en la ciudad. A la espera de cerrar los plazos de la concesión y el canon anual que la sociedad deportiva abonaría al Concello por la explotación de los bajos comerciales y un aparcamiento, el pacto cuenta con el beneplácito de los grupos de la oposición. PP y Marea alabaron ayer que Carlos Mouriño se abra al diálogo con el alcalde y coincidieron en que una concesión "es la mejor solución y la más lógica y razonable" para los intereses económicos del club y para las arcas municipales que ahora solo obtenían un simbólico euro a cambio de la cesión del recinto.

"No se puede perder más tiempo. El alcalde debe ser ágil y diligente y plantear cuanto antes su oferta al club para acabar con esta incertidumbre y que el Celta se pueda centrar en las cuestiones deportivas", reclamó ayer la portavoz del PP, Elena Muñoz, que se atribuye la paternidad de la propuesta de concesión a 40 o 50 años y aprovechó para lanzar una petición clara a Carlos Mouriño y Abel Caballero: "Es el momento de olvidar las diferencias del pasado que nos llevaron a una situación crítica en la que el Celta pudo marcharse de la ciudad y mirar hacia el futuro".

Con este llamamiento a la unidad, la portavoz de la oposición da por iniciada una nueva etapa de entendimiento en la que confía en que el Celta vea satisfechas sus demandas. "Teníamos claro desde el principio que la concesión era la mejor alternativa para atender sus necesidades", asegura antes de volver a plantear como "razonable" que la sociedad se haga cargo de la reforma de las dos últimas gradas pendientes para lograr el control sobre la obra y evitar así un nuevo desembolso por parte del gobierno vigués, que ejecuta el proyecto junto a la Diputación. "Nos gustaría que el alcalde hubiera dado el paso de abrir la puerta al diálogo. No fue así, tuvo que hacerlo el presidente del Celta, pero ahora la pelota está en su tejado", le advirtió Muñoz a Caballero.

Desde Marea celebran que por primera vez Mouriño abandone como condición irrenunciable la compra del estadio y se "abra" a estudiar la vía de la concesión. En opinión de su portavoz, Rubén Pérez, las condiciones que pide el club "no son descabelladas" y defiende como "razonable" que se pida un mayor control sobre la ejecución de la reforma y garantías por escrito sobre las inversiones municipales y los plazos de ejecución. Lo importante ahora para la coalición de izquierdas es que se haga público el canon que percibiría anualmente el Concello a cambio de la explotación comercial de los bajos de Balaídos por parte del club. "La concesión es una buena salida para el club, no afecta a la titularidad y permitiría que la reforma del campo no nos costara nada a los vigueses", valora Pérez.

El 86% de los lectores de FARO respalda la vía del acuerdo

  • La decisión de Carlos Mouriño de negociar con el Concello la concesión de Balaídos cuenta con el respaldo mayoritario de los lectores de FARO. En una encuesta lanzada en la web del periódico, nueve de cada diez usuarios consideran un "acierto" que el presidente del Celta aparque la propuesta de compra del estadio y acepte negociar una cesión a largo plazo a cambio de aprovechamientos comerciales. En la consulta votaron un total de 608 personas de las cuales un grupo de 524 que equivalen al 86% se muestra a favor de un entendimiento con el Concello para asegurar la continuidad en Vigo. Esta unanimidad tiene su reflejo en el respaldo de los grupos de la oposición y de los presidentes de las peñas. El inesperado mensaje del presidente celeste el miércoles ha sido bien recibido por el conjunto de la sociedad viguesa.

Las peñas celebran el cambio de parecer de Mouriño: "Es hora de trabajar juntos"

  • El paso adelante dado por Carlos Mouriño para llegar a un acuerdo con el Concello tranquiliza a la Federación de Peñas del Celta. Su presidente, José Méndez, considera "muy positivo" que se desbloqueen las negociaciones y respalda las peticiones del club como "razonables y nada desorbitadas". En la misma línea se muestra Cé Rodríguez, de la peña Lío en Río, quien valora el cambio de parecer del presidente del Celta. "Se ha dado cuenta de que era una situación de no retorno. La otra postura no tenía ningún sentido y celebramos que apueste por Balaídos", apunta. También desde Preferencia Celeste se congratulan de la comparecencia de Mouriño. "Fue una exposición muy positiva porque se estaba alcanzando un nivel de confrontación muy dañino para todas las partes. Ahora le toca al Concello mover ficha", señala Cristian García, presidente de la agrupación. Lo que más preocupa a los aficionados es la construcción de un aparcamiento. "No todo el mundo puede ir al campo con dos horas de antelación y a veces hay que caminar varios kilómetros bajo la lluvia", recuerda Méndez, que entiende la exigencia del presidente de reclamar por escrito los compromisos y un mayor control sobre la reforma de las gradas que quedan. "Es lógico que se pida una mayor implicación en la reforma", valora el máximo mandatario de las peñas celestes. "Ojalá se construya un parking porque la zona en la que se encuentra el estadio tiene muy pocas plazas y es una tortura buscar un sitio", demanda José Luis Alonso, vicepresidente de Irmandiños. También lo hace Cé Rodríguez, quien los considera "primordial" para todos aquellos celtistas que se desplazan en coche. Desde las diferentes agrupaciones creen que el movimiento de Mouriño será definitivo para que se produzca un acercamiento entre las partes. "Es hora de ir de la mano", pide Rodríguez, mientras que Méndez recomienda al presidente del Celta y Caballero "partir de cero, olvidarse de las diferencias anteriores y trabajar juntos". El deseo de este último es iniciar la temporada con la concesión de Balaídos resuelta o encaminada "para poder centrarse en exclusiva en cuestiones deportivas y evitar la división de la afición". Otro aspecto que pone de acuerdo a las peñas es el de que el equipo no salga de Vigo. En las últimas semanas el propio Mouriño se había reunido con la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, para observar algunos terrenos del municipio. Sin embargo, esa posibilidad parece ahora descartada. "El Celta es Vigo y Vigo es el Celta", señala Alonso. "No podía ir en contra de la masa social y me alegro de que haya escuchado a la afición", apunta el presidente de Lío en Río.

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