El refranero popular pierde autoridad en lo que a meteorología se refiere. Ni el 40 de mayo es ya la fecha a partir de la que es sensato quitarse el sayo. Ni abril es un mes de aguas mil. Ni marzo parece siquiera una época en la que se vaya a necesitar " abrigo, noces e pan trigo". De unos años a esta parte los datos recabados por Meteogalicia demuestran que la climatología parece empeñada en llevar la contraria a la sabiduría popular, aquella a la que recurrían las generaciones pasadas antes de que la Red o el smartphone "cantasen" con casi una semana de antelación el parte meteorológico. Recién estrenado el verano, los resultados obtenidos por Meteogalicia muestran que esta ha sido una primavera especialmente seca y calurosa. Y para muestra un botón: lejos de las "aguas mil" que le achaca el refranero, el pasado abril la estación meteorológica de Avenida de Madrid registró tan solo tres días con precipitaciones, tres jornadas durante las que se recogieron menos de 8 litros por metro cuadrado (l/m2), que es la tercera parte de lo que llega a anotar el observatorio gallego un día lluvioso de enero. De hecho, desde el 1 de abril, en Vigo solo se han registrado 13 días en los que se recogieron más de 1 l/m2, lo que supone solo el 16%. En toda la primavera solo se superó esa exigua marca de lluvias 19 jornadas: dos de cada diez.

La primavera que acaba de finalizar es, de hecho, la más seca del último lustro. Entre el 21 de marzo y este misma semana la estación situada en Avenida de Madrid recabó 163,7 l/m2, menos de la mitad de los 426,1 l/m2 que se alcanzaron el año pasado durante ese mismo período o de los 365 l/m2 de 2013. Para encontrar un valor con datos más bajos hay que remontarse a 2011, un ejercicio especialmente seco, durante el que la primavera dejó tan solo 89,7 l/m2. La sequía que se soportó entonces llevó al Concello a aplicar restricciones en el uso del agua para ciertos servicios municipales, como el baldeo de calles o las fuentes de circuito abierto. Entonces la escasez de precipitaciones se prolongó también durante el verano, lo que llevó incluso a los técnicos del embalse de Eiras a recurrir a las tomas más bajas, algo infrecuente.

Estación cálida

La de 2017 no solo se recordará como una primavera seca. La estación que acaba de cerrarse ha sido también cálida. Hubo más de medio centenar de días (55) en los que el medidor de Avenida de Madrid superó los 20 grados de máxima, lo que en la práctica supone que se rebasó esa temperatura en más del 61% de las jornadas. El dato vuelve a ser más veraniego que el de la primavera pasada, cuando -por estas mismas fechas- se habían alcanzado esos valores en 37 días, el 41% del total. Otro indicador significativo es el de las temperaturas medias. En abril el mercurio osciló alrededor de los 15,8º y en mayo, de los 17,5º. En ambos casos es el valor medio más alto desde 2011, cuando se registraron, respectivamente, 17,7º y 18,7º. Durante tres días de una misma semana, a finales de mayo, el mercurio llegó a sobrepasar los 30º, rozando incluso los 33º. La anterior primavera el termómetro apenas se acercó siquiera a esos valores, más propios de agosto. La máxima en Avenida de Madrid fue entonces de 29,4º, un valor alcanzado un solo día.

Esa tendencia, hacia las temperaturas calurosas y la escasez de precipitaciones, se ha acentuado en los últimos días de la primavera, cuando el mercurio no bajó de los 25 grados y se registraron jornadas de altas temperaturas. En algunos puntos de la geografía gallega el termómetro incluso llegó a situarse más cerca de los 40º que de los 30º. El fin de la estación ha sido parco además en precipitaciones. El único día en el que la estación meteorológica registró lluvias de cierto interés fue el martes 13 de junio y el valor acumulado apenas pasó de los 3 l/m2. De hecho hay que remontarse a hace casi un mes, al viernes 26 de mayo, para encontrar una jornada en la que se alcanzase un volumen destacado, con una marca de 21,2 l/m2.

En los últimos días los arenales de Samil u O Vao acogían ya a miles de personas que disfrutaban de ese buen tiempo. El sol y el calor se dejaban sentir también en la actividad que se registraba en terrazas de bares y cafeterías. La primavera comparte las tendencias que ya se apreciaron en cierto modo durante el invierno.

Entre los pasados 21 de diciembre y 21 de marzo, el observatorio que Meteogalicia tiene en el campus recogió la mitad de precipitaciones que durante el invierno anterior: 440,7 l/m2 frente a los 1.080 l/m2 de la estación con la que se despidió 2015 y se estrenó 2016.