Más de 600 familias llenaron ayer el Auditorio Mar de Vigo para conocer de cerca los entresijos del viaje de estudios a Irlanda e Inglaterra que realizarán otros tantos escolares de tercero de la ESO el próximo mes de septiembre. El programa municipal Vigo en inglés concede este año 667 becas y los propios estudiantes, acompañados por sus padres, hermanos y abuelos, conocieron algunos de los pormenores sobre la expedición de tres semanas que tendrán en el inicio del próximo curso escolar. El acto informativo, convocado por el Concello, sirvió tanto para animar a los alumnos vigueses como para calmar a sus padres, algunos de los cuales mostraban cierto nerviosismo antes de entrar en el recinto. "No es sencillo dejar a uno de tus hijos con una familia que no habla castellano", reconocía uno de ellos.

El alcalde dio la bienvenida a los presentes -más de un millar de personas-, que lo recibieron con una gran ovación. Junto a él se encontraban la concejala de Educación, Olga Alonso; y el director de Newlink (empresa encargada de la actividad), Chema Pascual. "Este programa es uno de los que más orgulloso me hacen sentir a lo largo del año", apuntó el regidor, quien adelantó que serían 33 los destinos para los estudiantes.

Durante su intervención, Caballero relató algunas anécdotas de sus experiencias con la lengua inglesa. "Realicé mi doctorado en la Universidad de Cambridge y cuando llegué apenas conocía el idioma. Fue entonces cuando me prometí que si algún día tenía la oportunidad, ningún estudiante vigués se quedaría sin viajar al Reino Unido a aprender inglés", comentó el alcalde, quien destacó la utilidad de la actividad. "En mi último viaje a Mánchester me encontré con alumnos que habían disfrutado de la beca con anterioridad y ahora tienen un gran dominio de la lengua".

El regidor también se preocupó por los padres presentes en el auditorio. "Podéis dejarles ir con total tranquilidad. Es la octava edición y nunca hemos tenido ni un solo problema", aseguró.

Antes de viajar a sus respectivos hogares, todos los alumnos deberán superar un curso intensivo de inglés de veinte horas. Una vez en sus destinos, cada uno de ellos se alojará en el domicilio de una familia nativa, donde dormirán, desayunarán y cenarán cada día lectivo. Los sábados tendrán una excursión con el resto de la expedición viguesa y los domingos disfrutarán de una jornada de ocio.

Durante el acto, los escolares conocieron las particularidades de su centro educativo asignado. Una de las características que más les llamó la atención fue la segregación por sexos en alguno de ellos. Además, deberán llevar prendas de ropa similares a las del uniforme que lleven el resto de alumnos nativos.

El Concello cubre la estancia de los 667 menores con un presupuesto que ronda el millón y medio de euros. Además, otros 82 estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas obtuvieron una ayuda similar y también se desplazarán a tierras inglesas.