El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, conoció el resultado del encuentro de sindicatos y patronal en medio de una reunión en la que participaba en la sede madrileña de Puertos del Estado. Sin ocultar que confiaba hasta el último momento en la desconvocatoria de la huelga, al mantenerse esta movilización asume que las consecuencias "serán nefastas" para terminales como la de Vigo.

López Veiga insistió en el "error" de los sindicatos por mantener los paros como medida de presión. "Forzando así la negociación perderán el poco apoyo social que tienen", avisó. Así que de continuar lo que interpreta como "un pulso al Estado que el Gobierno no puede perder", aboga por aplicar medidas "excepcionales". "Los estibadores no deberían olvidar lo que sucedió con los controladores aéreos", lanzó sugiriendo una medida similar en las terminales con la sustitución de los estibadores por otros trabajadores con igual formación.

Porque a su juicio "poco más hay ya que decir" sobre las demandas que plantea el colectivo. "Aunque se puede comprender que quieran garantías de mantener su empleo, no pueden plantear cosas insultantes para un trabajador normal". López Veiga reitera que las condiciones que ofrece el Gobierno para la reconversión del sector "no las tuvo ningún colectivo".

De la Serna: "Pésima noticia"

Para el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la huelga de 48 horas "es una pésima noticia". "Lo único que va a conseguir es dañar al conjunto de la economía española y me temo que a la propia empleabilidad en los puertos", alertó. Pero descartó, una vez más, la implicación del Gobierno en la negociación entre sindicatos y patronal.