El tercer día de paros en la estiba marcó la diferencia. Al igual que la del lunes y miércoles, la movilización celebrada ayer, también en horas alternas, fue secundada por el 100% de los 95 trabajadores solicitados pero su productividad cayó por debajo del 50% e impidió que al menos dos barcos pudieran completar sus operaciones en una sola jornada. En consecuencia, los buques afectados por el bajo rendimiento premeditado de los estibadores - Verona y Aalderdijk- no tuvieron más remedio que prolongar su atraque en Bouzas y Guixar hasta hoy, cuando la plantilla vuelve a recuperar el ritmo habitual de actividad.
Ante los efectos tan perniciosos que la protesta de los estibadores genera solo con desarrollarse en las horas impares, la Autoridad Portuaria de Vigo alertó ayer de lo que podría provocar un paro continuado de dos días completos, como el previsto entre el miércoles y viernes de la próxima semana. "Sería un caos", prevé su presidente. Enrique López Veiga confía en que la reunión que mantendrán sindicatos y patronal el martes logre desactivar esas 48 horas de inactividad total programada por el colectivo. Pero la cita se produce con un margen de tiempo tan corto, en víspera de la convocada entre las 8.00 horas del día 14 y hasta las 8.00 del viernes que desde Praza da Estrela asumen que algunas navieras ya habrían decidido reprogramar sus escalas sin esperar a un resultado esperanzador del encuentro de los negociadores.
Para el dirigente portuario "lo lógico" sería desconvocar los paros mientras se negocia. Pero como los sindicatos mantendrán hasta el último momento ese paro ininterrumpido se mostró preocupado por cómo afectaría, "más que al Puerto, a la cadena logística de multinacionales como PSA, o de empresas como Maviva, o al colectivo de transportistas por las acumulaciones excesivas en las operaciones de carga y descarga". A su juicio será un "caos" que el Gobierno no debería permitir por lo que entiende que "tendrá que hacer algo", por ejemplo, ampliar los servicios mínimos.
Aunque no incluidos finalmente entre los servicios esenciales del Puerto de Vigo a afectos de la movilización, los buques vinculados a la autopista del mar con Francia y su extensión a Tánger, como el Galicia, y el Viking Constanza, fueron de los pocos que operaron ayer con relativa normalidad. Otros como el Ro-Ro Neptune Okeanis, que atracó por la mañana, a causa de los paros tardó el doble de tiempo en cargar 800 vehículos por lo que zarpó por la tarde. En cambio los otros dos que entraron ayer en puerto, el Verona y Aalderdijk acabaron convertidos en las principales víctimas de la protesta. Ambos iniciaron sus operaciones en Bouzas y Guixar sabiendo que estarían abocados a prorrogar un día más su amarre.
A la huelga ininterrumpida de dos días prevista por los estibadores para la próxima semana se refirió también ayer el ministro de Fomento para solicitar a los sindicatos su desconvocatoria. "Las consecuencias puede ser desastrosas", aseveró. Íñigo de la Serna reiteró ayer el llamamiento "al diálogo". "La responsabilidad ahora mismo está al cien por cien en los sindicatos y en las empresas. Se tienen que sentar a cerrar el acuerdo", recalcó.
"Las peores pesadillas"
De la Serna dijo que "se están confirmando las peores pesadillas" apuntadas en su día por el Gobierno respecto a los efectos de una huelga en el sector de la estiba. Basándose en datos proporcionados por las Autoridades Portuarias y las empresas que operan en los puertos, Fomento reveló que esta primera semana de protesta en los muelles ocasionó pérdidas de más de 36 millones, unos 12 millones por día. En cambio el Puerto de Vigo dijo ayer que era pronto para ofrecer una estimación del perjuicio económico. "Habrá que esperar más tiempo para dar una cifra real", razonó el presidente.
El ministerio parece tener las cuentas muy claras. Aseguró que de esos 12 millones diarios, 2,5 millones corresponden al transporte terrestre -tanto viario como ferroviario-, 5 millones a las compañías estibadoras, y el resto se reparte entre el resto de la comunidad portuaria como remolcadores, prácticos, licenciatarios de servicios comercial u operadores logísticos. A estas pérdidas habría que sumar, según el departamento de De la Serna, el incremento de los costes que ha supuesto para los cargadores el recurso a cadenas logísticas alternativas. El ministro tampoco olvidó "el coste reputacional" generado por los paros que hacen ver desde el extranjero a las terminales españolas como conflictivas.
Maersk anuncia el desvío de Algeciras a Tánger de 150.000 contenedores al año
- Los desvíos de tráficos por la huelga en la estiba ya se están produciendo. En esta primera semana de movilización el Puerto de Vigo parece haber resistido los efectos pero la institución que preside Enrique López Veiga teme que las escalas registradas reflejen un panorama engañoso, en el sentido que de podrían haber entrado más buques sin posibilidad de confirmar al menos a corto plazo si fueron derivados a otras terminales. Pero en Algeciras ya hay una naviera que recortó sus servicios y tampoco se molesta en ocultarlo. Maersk, la primera armadora del mundo en volumen de contenedores, responsable del 75% de los 3,17 millones de movimientos de mercancías que anualmente gestiona la terminal gaditana, la mayor del país, ya ha decidido desviar desde esta instalación hasta la marroquí de Tánger Med 150.000 movimientos de carga anuales. Este desvío permanente, junto a los provisionales y a la rebaja de las previsiones de crecimiento que el puerto había realizado antes de la huelga, supondrá que Algeciras registre a fin de año medio millón de movimientos menos respecto a los inicialmente previstos. Respecto a los provisionales, sólo Maersk ha desviado ya 15 buques, además del viaje inaugural de su nuevo triple E, el Maersk Madrid, uno de los mayores portacontenedores del mundo. Precisamente varios de los barcos que atracan cada semana en Guixar proceden de Algeciras. Fuentes portuarias no descartaban ayer que la reducción de tráficos de Maersk en ese megapuerto del sur acabe teniendo consecuencias en el volumen de contenedores de Vigo. Pero interpretan la decisión de la naviera danesa de forma muy distinta a Fomento. "¿No utilizará la huelga como excusa para potenciar Tánger, donde está invirtiendo mucho dinero?, se preguntan.
